La importancia de mejorar la enseñanza en todos los niveles educativos, nos impulsa a reflexionar acerca de la transmisión de valores que los más pequeños reciben en el hogar. La educación en valores debe empezar en casa, donde los padres transmiten con el ejemplo y se practican mediante las respuestas y actitudes que tengan frente a diferentes situaciones que se les presenten. De esta manera, los niños aprenderán a desenvolverse de manera asertiva.

”Durante la convivencia familiar, el niño entenderá lo que puede hacer y lo que no se debe en cuanto a reglas y límites. Las cualidades se irán formando conforme las vayamos poniendo en práctica en el hogar que es donde se inicia la práctica de valores”, explica Lupe Arias, especialista de Ediciones Corefo, quien además recalca la importancia de practicar los valores en casa a través de la adquisición y la práctica de buenos hábitos.

1. Cuidado del medio ambiente.

Enseñar a los niños y niñas a cuidar el medio ambiente puede comenzar con gestos sencillos como los siguientes: reciclar, apagar la luz, no arrancar plantas, cuidar a los animales, actividades de voluntariado y consumo responsable. Los valores medioambientales nos ayudan a poner en práctica hábitos que favorecen la conservación, la defensa y la mejora del entorno que nos rodea.

2. Dar el ejemplo.

¿Es posible educar para la vida sin dar el ejemplo? La respuesta es no. Que los padres prediquen con el ejemplo siempre será la mejor opción. Los modelos y referencias que un niño tiene a su alrededor influyen en su aprendizaje. Esta es una herramienta importante y poderosa que los padres tienen a su alcance.

3. Obligaciones y responsabilidades.

Cuando los niños son pequeños, no tienen muy claro lo que es correcto e incorrecto y se dejan llevar por las emociones. Por esto es importante que los padres, los vayan instruyendo en ciertos valores, siempre con una justificación y de manera que el niño entienda. “Es importante practicar el respeto a los acuerdos y las normas desde pequeños, aconseja Arias.

4. Promover prácticas del colegio.

La educación en valores promueve un gran interés social y educativo, llegando a estar presente como un contenido en los currículos escolares incluso durante la pandemia. La escuela es el complemento en donde el niño pondrá en práctica todo lo aprendido en el hogar y lo podemos evidenciar ahora en las clases virtuales.

5. Premiar la obediencia.

Dentro del hogar, todos los miembros de la familia tienen responsabilidades que cumplir. “Premiar la obediencia no es solo comprar algo, sino también premiar al niño (a) con palabras afectivas como: “muy bien me parece que estás mejorando, estás haciendo tus tareas correctamente, eres un niño (a) obediente” o “te felicito hijo (a)”, son palabras afectivas que hay que acostumbrarnos a decir, para promover aquello que haga sentir bien al niño (a).

6. Esperar y ser tolerantes.

La tolerancia es uno de los valores más importantes para una sociedad equitativa. Un niño que es tolerante respetará las ideas, creencias o prácticas de los demás, admitirá las diferencias y la diversidad. Educar en valores conlleva una enseñanza continua, siendo significativo a cualquier edad de nuestra vida.

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