Si un niño lee de manera clara y congruente entonces ¿por qué no comprende lo que lee?  Para Javier Arroyo, experto del método de aprendizaje online Smartick, precisa que “aprender a leer y comprender lo que se lee es un proceso complejo, y requiere acompañamiento y constancia. Los niños deben tener la oportunidad de acercarse a literatura variada de acuerdo a su edad e intereses para así desarrollar el gusto por la lectura”. En el marco del Día Internacional del Libro el experto nos ayuda a resolver las dudas más frecuentes sobre comprensión lectora en casa.  Atención padres:

SITUACIONES:

Mi hijo lee de corrido, con buena velocidad, pero termina y no recuerda lo leído ¿qué está haciendo mal?

Tener una lectura fluida no garantiza la comprensión lectora. Para comprender un texto escrito, es necesario realizar un gran número de operaciones cognitivas para extraer el mensaje. Los textos escritos suelen ser más ricos en vocabulario y más elaborados que la conversación oral, por ejemplo, los textos escritos con estructura expositiva, descriptiva, científicos, periodísticos y poemas requieren estrategias de comprensión distintas a las utilizadas en el lenguaje oral. En se trabajan todos esos aspectos para enseñar a los niños a comprender lo que leen.

Mi hijo tiene 12 años, quiero que lea lecturas más complejas y sin imágenes ¿hay una edad específica para ello?

A los 12 años un niño ya debería compaginar la lectura de textos con imágenes tipo cómic y otros con información más extensa, compleja y sin imágenes. Pero no hay una regla que diga qué hacer para que pueda iniciar la aventura de leer sin imágenes. Lo importante es descubrir aquello que llame la atención del adolescente y animarlo a leer más textos,  sin renunciar a las otras lecturas con imágenes. Si no hay problemas en la mecánica lectora el reto será más bien proporcionarle textos atractivos, aunque no tengan imágenes.

Mi hijo no quiere leer solo, prefiere que yo le lea, pero siento que lo mal acostumbro ¿qué debo hacer?

Lo ideal en estos casos es utilizar una lectura compartida. Por ejemplo leemos un párrafo y luego él lee otro párrafo, comentando juntos el contenido de cada párrafo. Nos tomaremos el tiempo de ayudarlo a verbalizar las palabras que encuentre mayor dificultad. Esta es una de las razones por la cuál los niños se suelen desanimar al leer solos, no comprenden las palabras y por ende se desenganchan, pasando al aburrimiento o desapego.

Mi hijo no quiere leer. ¿Existen otras formas de fomentar la lectura en los niños sin imponerles un libro físico?

Si no le atraen los libros físicos no es razón para dejar de motivar su interés en la lectura. La lectura digital es una opción, además podemos impulsarlos a escribir sus propias historias, Podemos también motivarlos con historias o temas de manera oral, puede ser que luego se acerque al libro físico de manera espontánea o por consejo de padres, profesores o amigos.  Por ejemplo, si se entusiasma con los héroes mitológicos en los que se basan muchos de los superhéroes, puede que se logre interesar por la historia antigua o curiosidades del mundo. “La lectura puede convertirse en la herramienta perfecta de entretenimiento para nuestros hijos”, concluye Arroyo.