¿Has escuchado hablar de la inseguridad emocional?

Se acerca la fiesta de una de tus mejores amigas, y has estado ahorrando para comprarte ese vestido y zapatos en pedrería que tanto quieres. Llegó el día de ir por ellos, vas a la tienda y pides rápidamente poder probártelo, te lo traen, te paras frente al espejo y se escucha: “¡Ahhh!” por todo el centro comercial.

Te has visto en el espejo y se sale el rollito, crees que no te ves sexy en ese vestido. Te lo quitas al toque y compras lo de siempre: el pantalón negro y la blusa que sea (ya qué más da).

Y como una cosa lleva a la otra... no te sientes bien físicamente, empiezas a dudar de tu belleza hasta del amor que te tiene tu galán, te preguntas el porqué se fijó en ti y no en otra mujer. A esto le podemos llamar inseguridad, algo que termina apagándonos y nos deja a un ladito del mundo.

¿Qué es la inseguridad emocional?

Esta nos hace sentirnos vulnerables, lo que se empieza a asociar a otras sensaciones como el nerviosismo, temor y hasta mucho malestar. Todo esto pasa por diversas razones y puede causar en nosotras cierta timidez que quizás antes no teníamos.