Tal vez le ha pasado que luego de varios años de relación sentimental usted llega a imitar, de forma inconsciente, algunos gestos de su pareja, hasta tener semejanzas físicas; lo mismo le sucede con su mejor amigo o amiga. La respuesta a ese parecido, sin ser parientes directos, se debería a la empatía, así lo señala un estudio realizado por el psicólogo social Robert Zajonc.
El investigador afirma que en la empatía radica el parecido de las parejas, lo mismo le sucede a los hijos con sus padres, aun siendo adoptados. La empatía es la capacidad que tiene una persona de vivenciar y compartir los sentimientos de otra; es decir, identifican cosas en común sin perder su propia personalidad.
Las personas que suelen compartir mucho tiempo juntas y tienen una fuerte conexión afectiva van copiando las expresiones faciales y corporales del otro, al punto que con el paso de los años sus rostros se van volviendo similares.