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La , esa pequeña glándula en forma de mariposa que se ubica en el cuello, muchas veces es responsable de afectar fuertemente la salud. Produce depresión, altera los niveles de energía y hace que el peso cambie constantemente.

 

Sus consecuencias son graves y aunque no existe una forma de evitarse los cambios que genera, sí se puede detectar a tiempo para llevar el tratamiento más adecuado. Especialmente, aquellas personas que tienen antecedentes familiares de hipertiroidismo o hipotiroidismo, deben estar alertas ante estas señales:

 

1. Cambios de peso. Ya sea una severa reducción o un aumento injustificado. Ambos son preocupantes y se relacionan con variantes de la tiroides.

2. Fatiga. Sin importar cuánto se duerma, de día se siente un gran cansancio. En algunos casos es por un insomnio nocturno sin causa aparente.

3. Problemas con el colesterol. Si tiene niveles inusualmente altos o bajos, puede tratarse de un serio problema con su tiroides.

4. Piel y el cabello. Estos cambios frecuentemente ocasionan pérdida de cabello hasta en las cejas. La piel también se vuelve áspera y escamosa.

5. Problemas menstruales. Los períodos se alargan o se acortan y puede haber dolor. Lo que ocasionalmente genera trastornos en los niveles de fertilidad.