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Llevar una  siempre es más bello que arreglar las expresiones con una cantidad enorme de productos. Con el paso del tiempo, la piel va envejeciendo porque como es natural, no todo es eterno. Pero hay quienes poseen una piel de apariencia mayor a la que deberían, esto es consecuencia principalmente de los que tienen. Checa algunos de estos en esta lista:

No desmaquillarse correctamente. Cuando llegas a casa y te sientes cansada, lo último que quieres hacer es pasar un momento trabajoso desmaquillándote, pero debes saber que este es un paso fundamental para la salud de la piel. Si no lo haces correctamente se notarán los efectos nocivos en la piel.

Limpieza demasiado profunda. Pasarse con los productos de limpieza es un error que se lamenta con el tiempo, ya que este mal hábito produce mayor deshidratación en especial quienes tienen la piel seca. Si has hecho una limpieza profunda por la noche, no es necesario utilizar los mismos productos por la mañana, pues podrías eliminar aceites imprescindibles para mantener el manto hidrolipídico a raya.

No usar protección Solar. La mejor manera de conservar la piel es protegiéndola, uno de los pasos indispensables que se debe seguir es utilizar constantemente cremas protección solar. Así, no solo se evitan las quemaduras o el cáncer de piel sino que es la mejor forma de luchar contra los radicales libres y las manchas producidas por el sol. 

Mucha agua caliente. Bañarse con agua caliente no tiene muy bueno resultados, en especial para las pieles más reactivas que son las que más sufren. Lo más conveniente es hacerlo con agua templada y alternar con chorros fríos.

Beber poca agua. El cuerpo humano está conformado por un 70% de líquido, por ello la falta de agua provocará grandes afecciones. Si se bebes más de un litro de agua al día, tu piel te lo agradecerá. Las infusiones, las sopas y los zumos también cuentan.

Tomar demasiado el sol. Tomar el sol y sobre todo abusar de él hará que la piel envejezca de forma prematura, los radicales libres oxidan las células y acelera el envejecimiento, produciendo flacidez, arrugas y manchas.