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Hace poco Melissa Klug compartió un  en Instagram en donde mostró parte de su proceso de masajes reductores con carboxiterapia. Este proceso se ha popularizado entre muchas de las  debido a sus efectos en la piel y en las zonas con acumulación de grasa, ¿qué es y cómo funciona? Descúbrelo en la siguiente nota. 

QUÉ ES. Este tratamiento consiste en realizar la aplicación subcutánea de dióxido de carbono (CO2) en formato medicinal de alta pureza. Su uso está destinado a fines terapéuticos o estéticos.

BENEFICIOS. Al ser un método no invasivo, el proceso de recuperación es casi nulo y su alto grado de efectividad es alto por lo que se afirma que puede destruir las células adiposas (grasa), estimular el flujo sanguíneo además de mejorar la elasticidad de la piel o reducir la apariencia de la celulitis.

PROCEDIMIENTO. El CO2 se aplica a través de microinyecciones localizadas a través de un dispositivo diseñado para este fin. La velocidad del flujo de gas, la dosis administrada y el tiempo de inyección es controlada por la máquina y su asimilación es subcutánea.

Cabe recalcar que el dioxido de carbono debe tener ser de tipo medicinal anaeróbico con una puerza del 99,9%. Esto quire decir que los microorganismo y bacterías no tiene posibilidad alguna de desarrollarse en ese ambiente.

EFECTOS SECUNDARIOS. Si bien la recuperación y los efectos adversos son casi nulos, hay algunos detalles a tomar en cuenta como el enfisema subcutáneo o complicaciones infecciones (a causa de bacterias) debido a la reutilización de agujas no esterilizadas.

Además se ha presentado casos de alteración en el ciclo menstrual, pudiendo adelantarse o retrasarse por unos días.

CONTRAINDICACIONES. Existen ciertas contraindicaciones con este tratamiento que incluyen: abdomen péndulo, cirrosis hepática, infarto agudo de miocardio o reciente, angina inestable, insuficiencia cardiaca congestiva, infecciones localizadas, insuficiencia respiratoria, insuficiencia renal, embarazo, periodo premenstrual y menstrual

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