¿Momento de un cambio? 5 ventajas y desventajas de ser tu propio jefe
¿Momento de un cambio? 5 ventajas y desventajas de ser tu propio jefe

, en el horario que más te convenga y sin alguien que te diga que hacer puede ser sumamente atractivo; sin embargo, también tiene sus . Si quieres ser tu propio , toma en cuenta esta información.

VENTAJAS

1.- Ingresos variables. Ser tu propio jefe te permite tener ingresos variables cada mes, según hayas trabajado más o menos. Por lo tanto, no te limitas a la hora de cobrar más dinero. Si trabajas más, cobrarás más.

2.- Libertad horaria. Tú decides cuándo trabajar y cuándo no hacerlo. Si quieres trabajar de noche, puedes hacerlo. Si quieres trabajar mucho durante tres semanas y no hacer nada durante una semana, también puedes hacerlo. Siendo tu propio jefe puedes organizar tu tiempo como mejor te parezca.

3.- Cero oficinas. Ser tu propio jefe también te permite decidir dónde quieres trabajar. Puedes trabajar desde tu casa, desde una oficina o hasta desde una playa. ¡Tú decides! No necesitas estar pegado a un escritorio y puedes trabajar mientras estás haciendo otras cosas.

4.- Eliges en qué trabajar. Tienes toda la libertad de elegir en qué temática y a qué sector quieres entrar a trabajar. Es más, puedes inventar tu propia idea de negocio, basándote en tus gustos y en lo que sabes hacer. No necesitas fórmulas, tu eres la mente maestra.

5.- Eliges con quién quieres trabajar. ¿Has tenido que tolerar alguna vez a un cliente pesado e insoportable? No te volverá a pasar. Ser tu propio jefe te da la libertad de elegir si quieres trabajar con ellos o no. Si tienes la suerte de tener varios clientes y te llega uno que no te gusta, eres libre de ignorar su oferta.

DESVENTAJAS

1.- Ingresos variables. Sí, también es una desventaja. Así como un mes puedes ganar mucho dinero por tu trabajo, otro mes puede que no tengas clientes y no tengas ingresos. Siendo tu propio jefe puedes ganar mucho dinero o muy poco. Por eso, hay que asegurar ingresos regulares para luego incrementarlos con trabajos extra.

2.- Tú eres el responsable. No hay quien te salve. Todo lo que pase en tu negocio va a ser responsabilidad tuya. Tú tomarás las decisiones y tú las pondrás en práctica, así que tanto los éxitos como los errores de tu negocio serán tu responsabilidad.

3.- Si no trabajas, no cobras. No hay vacaciones pagadas, así que si te tomas dos semanas de descanso, no tendrás generarás ingresos y no tendrás dinero. Además, si te enfermas, tampoco vas a cobrar nada mientras no trabajes. La regla es clara: No vas a cobrar nada mientras no trabajes.

4.- La disponibilidad de tiempo. Si bien no hay horarios, tienes que estar al tanto de todo lo que sucede dentro de la empresa, y por lo tanto,  no tendrás mucho tiempo libre. Al principio, hasta que el negocio se estabilice, invertirás muchas más horas trabajando que si lo hicieras para un jefe.

5.- Búsqueda de clientes. A diferencia de una empresa consolidada, no tienes clientes fijos ni fieles. Al principio, tendrás que seguir una estrategia para promocionar y dar a conocer tu negocio. Los clientes no vendrán a ti como caídos del cielo, tendrás que ir a buscarlos.

¡Tienes que ver esto! 

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