¡Mucha atención! 5 verdades sobre el amor según la ciencia
¡Mucha atención! 5 verdades sobre el amor según la ciencia

En torno al  se han tejido , cosas realmente sorprendentes sobre este tema. La  sigue empeñada en descubrir los patrones y formulas conexos con el amor y hay cinco estudios que parecen haber llegado a una conclusión muy importante.

1.- ¿No se puede vivir sin amor? La ciencia señala sobre este tema que no estar enamorado puede ser tan bueno como el ejercicio o una buena dieta. Una investigación publicada por la American Psychosomatic Society, determinó que las personas que tenían una relación de pareja mostraban menos afecciones cardiovasculares.

2.- Amor a primera vista. La ciencia afirma que si existe, pero solo para ellos, las conclusiones de estudios realizados por la antropóloga Helen Fisher, las mujeres activan zonas del cerebro relacionadas a la memoria cuando se interesan por un hombre, recurriendo a historias pasadas, lo que hace imposible el amor a primera vista.

3.- A qué edad se enamora uno. Las personas no encontrarán el amor verdadero con las personas que conocen durante el primer 37% de su vida romántica. Eso significa, que si quieres casarte antes de los 40 años, no encontrarás tu final feliz con las personas con quien sales desde los 15 a los 27 años, explica el estudio realizado por Hannah Fry de la Universidad de Londres.

4.- Enamorarse es adictivo. En el libro, Naturaleza y química del amor romántico, la psicóloga Helen Fisher señala que el amor es una adicción. Cuando Fisher les pidió a los individuos que miraran las fotos de sus parejas, la parte del cerebro relacionada con la adicción se activó en todos ellos. Hubo una producción de dopamina y un inmediato subidón de euforia, el mismo efecto que si hubieran tomado cocaína.

5.- ¿Los opuestos se atraen? La respuesta es no, investigadores de la Universidad de Wellesley, en Massachusetts, y la Universidad de Kansas (EE.UU.) reclutaron a 1.500 parejas, tanto sentimentales como de simples conocidos. Las entrevistaron para conocer su personalidad y sus gustos, y siguieron su evolución posterior. De esa forma comprobaron que quienes tienen más en común cuentan con más probabilidades de mantener una relación en el tiempo.

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