Pasa el tiempo, te das cuenta de que muchas de tus amistades ya tienen relaciones serias y formales, algunas incluso están casadas y con hijos. ¿Qué pasó contigo? Empiezas a preocuparte. Quizás, como decían las abuelas, “se te podría pasar el tren”. Surgen sentimientos inquietantes que pueden llevarte a decirle que sí al primero que muestre interés en ti.
Recientes estudios de la Universidad de Toronto demostraron que “la gente con temor a quedarse soltera está dispuesta a conformarse con menos en sus relaciones”. Según la jefa de la investigación, la doctora Stephanie Spielmann, “las ansiedades de la gente frente a la soledad son un factor clave en las uniones poco saludables”.
Lo interesante es que ese miedo no es solo cosa de chicas, como podría pensarse. Ambos géneros tienen serias preocupaciones respecto a no tener a nadie en su vida. Por lo tanto, hombres y mujeres cometen los mismos errores a la hora de elegir una pareja cuando el fantasma de la soledad asoma.