¡No te dejes manipular! 7 señales de advertencia de un chico posesivo
¡No te dejes manipular! 7 señales de advertencia de un chico posesivo

Los celos, la inseguridad y la manipulación son características de un hombre posesivo. Involucrar en una relación nociva como esta lo único que puede generar es hacerte daño. Para que nada te pase, toma en cuenta estas señales e identifica si tienes a un hombre posesivo a tu lado. ¡Ten cuidado!

1.- Te humilla. Si es muy posesivo, te humillará cuando hagas algo de manera independiente y te hará sentir que no puedes hacer nada sin su apoyo.

2.- No quiere que salgas con tus amigos. ¿Lo escuchaste decir que tus amigos no son una buena influencia para ti? Si le haces caso y lo dejas decirte con quien debes salir o no, tendrá todo el control sobre ti. Los hombres posesivos quieren tener el control de su pareja todo el tiempo y por eso intentan aislarlos de todo el mundo.

3.- Quiere saber todo sobre tu vida. Si tu novio necesita saber a donde vas cada vez que sales de tu casa o te llama varias veces al día para asegurarse dónde te encuentras y qué estás haciendo, es porque es un hombre inseguro y esa es una mala señal. Un hombre manipulador siempre pide explicaciones y siempre está haciendo preguntas. Duda todo el tiempo.

4.- Controla tu vida. De igual modo, si empieza a decirte a qué hora tienes que estar en casa, cuando salir, qué llevar o qué comer, entonces intenta tomar el control de tu vida y,definitivamente, es posesivo. Intentará tomar las decisiones por ti.

5.- Amenaza con hacerse daño. Si tu novio comienza a llorar e incluso habla de suicidio cada vez que haces algo que no le gusta, es manipulador. Un hombre posesivo tiende a jugar a la víctima y es incapaz de tolerar cualquier tipo de crítica.

6.- ¿Es demasiado celoso? Una relación sana está basada en la confianza. Si bien los celos pueden parecer lindos a un inicio, no pueden estar siempre presentes. Los celos en excesos son dañinos para una relación.

7.- No quiere que te diviertas sin él. Si sales con tus amigos, se amarga y te lo reprocha todo el tiempo. Además, sus excusas clásicas son: "no me llamaste" o "no me hiciste caso".

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