Desde que tenemos uso de razón, el cine, la televisión y otros medios han enseñado que la pareja perfecta es la de los polos opuestos, la del complemento de habilidades, sueños y otros intereses. Según esta teoría y muchas historias de ficción, las mujeres siempre se enamoran de un hombre maduro o de personalidad rebelde, mientras que ellas siempre asumen un rol pasivo, pero en la realidad las relaciones de pareja son distintas y está comprobado que esta no es una de las más comunes ni de las que mejor resulta.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Kansas, en los Estados Unidos, se ha determinado que las personas con intereses y proyectos de vida similares tienen más probabilidades de durar más tiempo juntos en la relación. Estos hábitos compartidos forman un vínculo armonioso y más estable que el de los que tienen personalidades un poco más contrarias. El informe que se basa en una encuesta realizada a más de 1500 parejas da este curioso dato como conclusión.
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También ha llegado a puntos muy importantes como por qué una relación de personas opuestas no tienen mucho futuro en la relación. A menudo estos mismos gustos y diferencias terminan por desgastar ese lazo afectivo que significaba para ellos algo único y especial. Que no exista un punto en común tiene ventajas al inicio de la relación, pero a largo plazo termina separando sus caminos.
Esta información, no obstante, no te indica que deba encontrar a alguien idéntico a ti, pero sí a alguien que comparta anhelos o proyectos similares para poder establecer un futuro más factible en el que ambos puedan sentirse cómodos y disfrutar de su relación. Las metas y los valores son muy importantes.
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