La falta de un sueño profundo y de calidad tiene enormes consecuencias. Afecta nuestra vida sexual, nuestro trabajo, la capacidad de concentración y favorece la aparición de males fisiológicos (aparte de anímicos). Por eso, hay ciertas conductas recomendables, como llevar una buena dieta o evitar algunos alimentos que impiden el sueño.
Sin embargo hay varios motivos para no dormir como se debe. Si a pesar de llevar una vida ordenada y saludable, se tiene dificultades para descansar a plenitud, existe la posibilidad de sufrir de depresión y ansiedad.
Además, hay trastornos fisiológicos como la presión arterial alta y la apnea del sueño que afectan el buen dormir. Este último mal consiste en pausas respiratorias. La persona pasa de un sueño profundo a un sueño liviano cuando hay una interrupción en la respiración o cuando se vuelve superficial.
No obstante lo mencionado anteriormente, hay algunas cosas que puedes hacer para incrementar tus posibilidades de un buen descanso por las noches. Si deseas conocerlas, es mejor que leas Consejos para lograr dormir bien.