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La mayoría de parejas en la dulce espera se encuentra en una disyuntiva: quieren tener sexo pero no se atreven. Tienen miedo, piensan que podría ser perjudicial para el embarazo o lastimar al bebé. En la mayoría de los casos, el impedimento no tiene sustento real. El coito está contraindicado solamente si se presentan sangrados o molestias y si el ginecólogo determina que es un embarazo de alto riesgo. Para que estés más segura, podemos decirte que lo evites si es que presentas alguna de las siguientes condiciones:
 

  • Antecedentes o riesgo de aborto espontáneo o parto prematuro.
     

  • Sangrado, flujo vaginal o cólicos inexplicados o sin motivos.
     

  • Pérdida de líquido amniótico o rotura del saco amniótico.
     

  • Placenta previa (cuando la placenta está baja y cubre el cuello uterino).
     

  • Cuello uterino incompetente (cuando está debilitado y se abre demasiado pronto).
     

  • Si existe una enfermedad de transmisión sexual.


¿Qué posiciones puedo hacer?
Ok, si ya descartaste cada punto de la lista, eres libre de disfrutar de tu sexualidad durante la gestación. Sin embargo, eso no quiere decir que todo el Kamasutra esté a tu disposición. Las mejores posturas durante el embarazo son las que no ejercen presión sobre el vientre. Entre ellas: la de lado, la mujer sentada sobre el hombre, de pie, y la postura del misionero (el hombre encima de la mujer), pero solo si él es capaz de sostener su propio peso con las manos para evitar presionar la barriga de la mujer. Cualquier otra la dejamos a su propia creatividad.

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