La llegada de los primeros bebés de una siguiente generación, llena de emoción a todos los miembros de la familia y TODOS queremos ir a verlos, abrazarlos, mimarlos... pero, el amor a veces es dañino, pues para la madre y el bebé, no es lo más aconsejable que el recién nacido reciba tantas visitas.
Aquí te damos las rezones:
1. Ambos acaban de pasar por una situación estresante, la madre está exhausta y a veces nerviosa, el bebé cambia el mundo pacífico del vientre materno por el ruidosos y luminoso exterior, y lo que más necesita este pequeñito ser son esas primeras horas sentir el calor de mamá, el contacto piel con piel, y ser amamantado a demanda (según el niño lo requiera).
2. Evitar mayor estrés por malos ratos: Un bebé recién nacido inspira tanta ternura que es imposible no querer tocarlo, besarlo y abrazarlo. Si permites visitas, es poco probable que puedas evitar que algo de esto ocurra. Por más que lo intentes, siempre habrá alguien que te tilde de exagerada y querrá tocarlo aunque no lo quieras.
3. Salud: Aún no tiene sus vacunas y su cuerpo se está empezando a ajustar a la nueva realidad de estar fuera de tu pancita. Las personas que lo visitan pueden traer enfermedades, gérmenes o bacterias desde la calle y provocar un problema de salud a tu bebé que bien pudo haberse evitado.
4. Su seguridad es primero: El bebé acaba de nacer y su único mecanismo de protección eres tú. No todo el mundo sabe coger en brazos a un recién nacido. Recuerda que no tiene control de sus extremidades y cargarlo de forma incorrecta podría tener consecuencias. Además, su cordón umbilical está sensible y se debe tener mucho cuidado con eso.
Por ello cada vez más médicos recomiendan que por lo menos las primeras 24 a 72 horas el bebé cuente sólo con la compañía de mamá y papá, sin visitas. Muchas veces esto puede generar molesta en parientes cercanos, pero, debemos comprender que si realmente queremos a la nueva mamá y al recién nacido, debemos respetar su espacio.
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