La introducción del pescado a la alimentación debe ser lo más antes posible. En esta caso, ¿desde cuándo un bebé de consumirlo? Para Liliana Vargas, nutricionista del Programa Nacional “A Comer Pescado” del Ministerio de la Producción, a partir de los 6 meses de edad es lo apropiado.
“En la alimentación complementaria del bebé se debe empezar con pescados de carnes blancas cocido al vapor, al horno o sancochado, sin sal y desmenuzado, revisando de que no contenga espinas. La introducción de este alimento debe hacerse en cantidades pequeñas probando su tolerancia. Entre los pescados blancos tenemos a la merluza, la lisa, corvina, cojinova, entre otros”, dijo.
Con respecto a los pescados azules cocidos, desmenuzados y sin espinas, un bebé lo puede ingerir desde los 9 meses, pero de manera gradual, como bonito, jurel y caballa. Estas especies son una excelente fuente de Omega 3 (DHA y EPA), una grasa esencial ideal para el desarrollo de la memoria e inteligencia del niño.
“Es importante no suspender la lactancia materna mientras se introducen los alimentos complementarios. Se puede iniciar con dos comidas al día, sumadas a la leche materna”, precisó la nutricionista.
Por último, las conservas de pescado se puede consumir a partir de los 12 meses de edad, no antes, debido a que contienen sodio.
“Nunca comprar conservas en latas con abolladuras y tampoco aquellas que están hinchadas, podría ser síntoma de contaminación. Hay que fijarse siempre en la fecha de vencimiento del envase y que cuente con registro sanitario”, puntualizó.
Si voy al mercado, ¿cómo reconocer un pescado en buen estado?
Para la especialista, el pescado debe tener los ojos brillantes y no estén hundidos, que la piel sea brillante y firme. Asimismo, las agallas deben tener un color rojo y que su olor sea a mar.
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