Los cálculos o piedras son un conglomerado de minerales y otras sustancias que en condiciones normales fluyen por el torrente sanguíneo y se eliminan por el riñón, pero frente a ciertas circunstancias se acumulan en este órgano formando cálculo.

Esto puede ocurrir por enfermedades relacionadas al metabolismo e incluso por cirugías digestivas, entre otras. También por algunos medicamentos que incrementan la salida de minerales por el riñón, obesidad y más comúnmente por beber poco líquido.

El agua es el medio que permite fluir a los nutrientes. En la medida que haya poco líquido esta capacidad de arrastre del agua disminuye y los sólidos se acumulan. Para prevenir los cálculos es primordial beber suficiente líquido, idealmente agua. Una orina cargada es signo de insuficiente líquido.

Por otro lado, un consumo excesivo de sal o sodio en alimentos, incluyendo los empacados, incrementa el riesgo de cálculos. Otro mal hábito es el aguantarse la orina, esto también puede influir.

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