El elevado consumo de frituras puede aumentar el riesgo de padecer cáncer a futuro

Actualizado el 23/02/2021 02:00 p.m.

Según datos de la Organización Panamericana de la Salud, en la Región de las Américas, el cáncer es la segunda causa de muerte y se estima que 4 millones de personas fueron diagnosticadas en el 2020 y 1.4 millones murieron por esta enfermedad. Entre el 65 y 70% de los cánceres se producen por factores asociados con el estilo de vida y alimentación.

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Las dietas ricas en grasas y deficientes en fibra aumentan la probabilidad de padecer algún tipo de cáncer, ya que presentan una sustancia llamada “acrilamida”. “Esta sustancia está presente cuando se calienta a altas temperaturas un alimento que contiene determinados azúcares como almidón o papa”, manifestó Giuliana Saldarriaga, nutricionista del Portal Salud en Casa.

De acuerdo con la especialista, se ha determinado que los métodos de cocinar a altas temperaturas, tales como freír, hornear o asar, producen acrilamida, mientras que parece menos probable que hervir y cocinar alimentos en hornos u ollas. A su vez, los tiempos más largos de cocción pueden también aumentar la producción de acrilamida cuando la temperatura de cocción es superior a 175 grados centígrados.

“Hay que ser muy cautelosos en los lugares que asisten a comer. El aceite reutilizable pueden presentar presencia de esta sustancia y, generalmente, se usa una y otra vez en los restaurantes o fast foods”, precisó.

Otros factores de riesgo

Además de ello, otra fuente de contaminación por acrilamida es la exposición del humo de cigarro. Es importante recordar que su consumo frecuente también está relacionado con la prevalencia de cáncer.

Pero las frituras no simplemente son peligrosas por el aumento de probabilidad de padecer cáncer, sino también porque incrementa el riesgo de sufrir graves graves episodios cardiovasculares como ataques al corazón.

¿Cómo cocinar adecuadamente los alimentos?

Si desea freír sus papas, debe almacenarlas a temperaturas por encima de 8 ºC y evitar el almacenamiento prolongado.
Blanquee las papas antes de freírlas; primer sumergélas en agua hirviendo y luego realice un secado posterior con papel absorbente.
Seleccione tubérculos grandes y corte en cubos, no en rodajas finas.
Evite temperaturas de fritura superiores a 175 ºC.
Observe constantemente el color de cómo se van cociendo las papas. Estas deben freírse hasta obtener un color amarillo dorado en vez de marrón. Bote las más oscuras.