“¡Sé positivo!”, “eleva tu vibración”, “aquí nada de tristeza”, “podría ser peor” y “no estés triste” son frases recurrentes que escuchamos en las redes sociales, imponiendo una actitud falsamente positiva, sobregeneralizando un estado feliz y silenciando las emociones “negativas”.  

Según el psicólogo  y especialista en terapias contextuales de  Psicovive, Luis Mejía,  a esta actitud se le conoce como la positividad tóxica. En el siguiente artículo explica cómo reconocerla y detalla el daño que puede generar.

Cualidades de una positividad tóxica

Estas personas suelen tener una sonrisa todo el tiempo aún cuando la pasan mal,  solo quieren hablar de sí mismos y de sus logros, huyen de las conversaciones que involucren problemas familiares,  evitan mostrarse débiles y si alguien toca un tema que siente que le afecta se pone agresivo, es decir, tiene baja tolerancia.

Posible motivo

Para el especialista  la positividad tóxica se origina por el miedo a mostrarse vulnerable ante el resto, ya que están pendiente de ‘el qué dirán’.  “Si tienes algún problema ¿por qué no lo cuentas?, eso podría hacer que otros se identifiquen contigo y veas que es normal sentir lo que sientes”, señala Mejía.

¿Cuáles son las consecuencias?

Al seguir en redes a personalidades que intentan evitar el malestar, solo obtendrán  frustración y depresión, ya que al no conseguir ese nivel de positividad pensarán que están haciendo algo incorrecto.

Por otro lado, estas acciones pueden elevar la tasa de suicidios porque intentan camuflar sus emociones como lo ven en las redes sociales y esto termina por dañarlos por dentro, haciendo que atenten contra su vida para ya no sentirse mal. 

Cuidado

Mejía manifiesta que el sufrimiento es parte de la vida y que uno debe aprender a vivir con él porque “así como las alegrías, no dura para siempre”. Por otro lado, recomienda no huir de los “sentimientos negativos” como la tristeza, por el contrario aconseja enfrentarlos.

OJO AL DATO:

Las redes sociales como Instagram son espacios en que la cultura de la positividad tóxica está más presente. Si alguien le cuenta de algún problema, no evite su tristeza, por el contrario, valide este sentimiento y escúchelo.

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