El teletrabajo, las actividades diarias y la crianza de los niños mantienen a los padres de familia ocupados durante la mayor parte del día. En consecuencia, los pequeños presentan más probabilidades de sufrir algún . Por ello, preste atención y sepa cómo actuar en esos casos.

De acuerdo a Oscar Medrano, asesor médico de Sulfanil, las lesiones domésticas más frecuentes son las heridas menores como pisar un clavo, cortarse la piel con algún objeto punzante y los raspones. Asimismo, las quemaduras de primer grado son bastantes comunes, especialmente si no hay una supervisión adecuada en la cocina.

Heridas menores

Si su menor hijo presentó un corte, presione la zona durante un par de minutos hasta que deje de sangrar. Luego, lave con abudante agua y jabón, desinfecte y aplique una crema o polvo antibacteriano. Si el sangrado persiste, será necesario consultar con un profesional de la salud.

Por otro lado, realice los mismos pasos si la herida es un raspón o una herida punzante. La desinfección y el uso de una crema antiséptica son fundamentales.

Además, recuerde que antes de asistir a un accidentado debe lavarse también las manos con agua y jabón, y alejarse de la zona de peligro para evitar otros percances.

Quemaduras leves

Estas lesiones son resultado del contacto de la piel con agentes térmicos como el agua, objetos y vapores calientes, la llama del fuego, una descarga eléctrica, entre otros.

Lo primero que debe hacer es guardar la calma y refrescar la zona con agua corriente durante unos minutos para reducir el daño término y calmar el dolor. Acto seguido, use una crema especial para quemaduras que combine agentes anestésicos y antisépticos para reducir la posibilidad de infecciones.

Nunca use agua o compresas frías, ya que potenciarán las lesiones. Igualmente, tampoco utilice productos caseros no aprobados como el aceite, la pasta dental, sal, emplastos u cremas cosméticas disponibles en casa.

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