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Un claro ejemplo de deseo de superación y empeño. Las hermanas Stephanie y Sam Smith, de siete y cuatro años, han fundando junto a su madre, Myla Patterson-Smith, su propia empresa de modas bajo un solo concepto: ropa para niñas creada por niñas.

La marca se llama Sass-E Todd y las pequeñas son las diseñadoras principales, sin siquiera haber terminado la primaria.

La idea principal nació de la madre quien creó la empresa tras darse cuenta del talento de sus pequeñas hijas sobre la detección de gustos en otras niñas.

Ellas diseñan las prendas y los bocetos se envían a fábricas dentro de Estados Unidos para ser confeccionadas.

Según la madre, el proceso de involucrar a sus hijas en esta marca ha hecho que maduren más rápido además de siempre pasarla bien. Las prendas pueden ser adquiridas vía online.

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