Imagen
Imagen

Con la llegada del , las temperaturas suben y la sed se vuelve insaciable, por ello se recomienda beber una mayor cantidad de agua (mínimo dos litros) y priorizar el consumo alimentos frescos, en especial y pues son ricas en , vitaminas y minerales.

Los especialistas aconsejan consumir diariamente tres porciones, tomando en cuenta que una porción equivale a una de tamaño mediano y en el caso de pequeñas, una taza. Entre los alimentos más refrescantes para el verano está la sandía, melón, pepino, duraznos, zanahoria, palta, lechuga, ciruela, entre otros.

También se recomienda comer pescados blancos (merluza, bacalao, lenguado y otros), pescados azules (sardina, atún, caballa y otros) y huevo. Asimismo evitar las grasas, preferir los quesos y cortes magros de carne e ingerir alimentos enlatados o conservas solo eventualmente.