Verano es sinónimo de darse una merecida visita a la playa o a la piscina, considerado una de las mayores diversiones para los niños, sin embargo se debe tener precauciones para evitar accidentes:
1. Esperar después de comer. Es mejor evitar que los niños ingresen a la piscina después de comer. Se debe esperar una hora como mínimo ya que esto puede causar calambres. Solo basta 3 minutos para que un menor se ahogue.
2. Un adulto. Los menores no pueden entrar a la piscina si no está acompañados de un adulto cuando se metan en la piscina.
3. Flotador. Si el niño está aprendiendo a nadar o todavía no sabe no debe ingresar a la piscina si no cuenta con un flotador de brazos o uno que vaya alrededor de su cuerpo y que esté correctamente colocado.
4. Toboganes. Se debe tener cuidado con los toboganes y escalares para que no se caiga.
5. Profundidad. Evite que el menor se meta a piscinas que sean muy profundas.
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