Fotos: Instagram Andrea Llosa
Fotos: Instagram Andrea Llosa

compartió el romántico momento que vivió junto a su esposo durante un viaje a Serbia que realizaron con sus hijos.

En su cuenta de Instagram, la conductora contó que se casó con su esposo tras perder un bebé y que en ese momento no le entregó un anillo porque no tuvieron el tiempo para hacerlo.

“Luchín y yo tuvimos pocos meses de enamorados porque rápidamente salí embarazada. Lo primero que me dijo cuando lo llamé por teléfono (estaba de viaje) para darle la noticia fue: Te quieres casar conmigo? Sin pensarlo le dije que ya. No tenía ninguna duda de que él era el hombre con el que quería estar toda mi vida y como, además, estaba embarazada, no había mucho tiempo para disfuerzos ni remilgos. Lamentablemente a los pocos días perdí al bebé, pero igual él insistió en que nos casáramos y yo no tuve ningún reclamo al respecto. Lo amaba, era mi mejor amigo, y había algo que me tenía cautivada... Me reía muchísimo con él, él me hacía feliz. A los tres meses nos casamos y en medio de la felicidad por los preparativos de la boda y la tristeza por la pérdida del bebé, no hubo tiempo para pensar en un anillo de compromiso y menos en una pedida de mano. La verdad es que ya no había nada que pedir. Ya lo había entregado todo, no nos hagamos”, escribió Andrea Llosa.

Con los años, la conductora solo le dijo a su esposo que esperaba tener un anillo, pero cuando él lo crea conveniente. Durante este viaje que todavía están realizando, su pareja la sorprendió al entregarle el anillo y pedirle que renueven sus votos matrimoniales.

“Han pasado 15 años de matrimonio y no lo voy a negar, siempre soñé con ese momento especial que viven las novias cuando el novio se desarma en preparar la romántica pedida para sorprenderlas. La diferencia es que ahora ya no éramos solo él y yo. Éramos él, su hija, nuestros dos hijos y yo, o sea esta pedida con anillo de compromiso incluía a más gente. Confieso que más de una vez le hice saber a mi esposo que no importaba que el anillo llegara con retraso, lo importante era que llegara y acompañado de un momento inolvidable... Y bueno, luego de muchos años, sucedió y lo más lindo es que no lo imaginaba. En una cálida cabaña en medio de la nieve de un pueblo llamado Zlatibor, en Serbia, con mis primos, mis amigos, mis sobrinos, mis hijos y la hija de mi esposo, mi esposo se paró y luego de 15 años de matrimonio, sacó el anillo y me pidió que me casara nuevamente con él”.

Asimismo, Andrea Llosa contó que fue el momento perfecto, ya que sus hijos estaban muy felices: “Estoy muy feliz y siento que el retraso del anillo valió la pena, ver la cara de felicidad de mis hijos es una imagen que nunca olvidaré. Enseñarles, además, que el amor también tiene detalles y que los años de matrimonio no siempre apagan la relación sino que muchas veces la encienden y refuerzan la familia. Tenía ganas de compartirlo con ustedes”.

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Luchín y yo tuvimos pocos meses de enamorados porque rápidamente salí embarazada. Lo primero que me dijo cuando lo llamé por teléfono (estaba de viaje) para darle la noticia fue: Te quieres casar conmigo? Sin pensarlo le dije que ya. No tenía ninguna duda de que él era el hombre con el que quería estar toda mi vida y como, además, estaba embarazada, no había mucho tiempo para disfuerzos ni remilgos. Lamentablemente a los pocos días perdí al bebé, pero igual él insistió en que nos casáramos y yo no tuve ningún reclamo al respecto. Lo amaba, era mi mejor amigo, y había algo que me tenía cautivada... Me reía muchísimo con él, él me hacía feliz. A los tres meses nos casamos y en medio de la felicidad por los preparativos de la boda y la tristeza por la pérdida del bebé, no hubo tiempo para pensar en un anillo de compromiso y menos en una pedida de mano. La verdad es que ya no había nada que pedir. Ya lo había entregado todo, no nos hagamos. Han pasado 15 años de matrimonio y no lo voy a negar, siempre soñé con ese momento especial que viven las novias cuando el novio se desarma en preparar la romántica pedida para sorprenderlas. La diferencia es que ahora ya no éramos solo él y yo. Éramos él, su hija, nuestros dos hijos y yo, o sea esta pedida con anillo de compromiso incluía a más gente. Confieso que más de una vez le hice saber a mi esposo que no importaba que el anillo llegara con retraso, lo importante era que llegara y acompañado de un momento inolvidable... Y bueno, luego de muchos años, sucedió y lo más lindo es que no lo imaginaba. En una cálida cabaña en medio de la nieve de un pueblo llamado Zlatibor, en Serbia, con mis primos, mis amigos, mis sobrinos, mis hijos y la hija de mi esposo, mi esposo se paró y luego de 15 años de matrimonio, sacó el anillo y me pidió que me casara nuevamente con él... Estoy muy feliz y siento que el retraso del anillo valió la pena, ver la cara de felicidad de mis hijos es una imagen que nunca olvidaré. Enseñarles, además, que el amor también tiene detalles y que los años de matrimonio no siempre apagan la relación sino que muchas veces la encienden y refuerzan la familia. Tenía ganas de compartirlo con ustedes...

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