Ruth Karina reveló que sufrió en carne propia la violencia terrorista. Cuenta que en 1991 fue secuestrada junto a su esposo Rolando Osambela. Estuve presa una semana por esos malditos. Pensé que me iban a matar, confiesa la charapita aterrada por aquella experiencia.
Participé de reuniones a la fuerza. Me obligaban a gritar ¡Viva el camarada Gonzalo! Fue muy duro. Nos decían que incluso nos podían cortar los dedos cada vez que nos portáramos mal. Por suerte supieron que éramos personas de bien y nos dejaron libres. Es un hecho que jamás olvidaré, acotó.
Por ese motivo la artista pidió que pare la violencia entre compatriotas. Me sumo a la marcha por la paz de Carlos Alvarez. He sentido en carne propia lo que significa la violencia que genera el terrorismo y no es un juego. Las autoridades deben tomar conciencia de ello, finalizó.