“Una cerveza voy a tomar, una cerveza quiero tomar y así olvidarme de aquella trampa, de aquella trampa mortal...”, es el coro de la canción “Una cerveza”, que es todo un éxito y ha relanzado con fuerza la carrera musical de Ráfaga en Perú. Lo corean chicos y grandes en Lima y provincias, tal como pudo comprobar OJO en la última gira que realizaron en Chimbote.
Pero quién es la voz que está detrás de esta letra que se ha convertido en el himno del desamor. Él se llama Rodrigo Tapari, un joven que lleva la palabra de Dios presente y que jamás imaginó vivir este furor lejos de su país. “Uno va luchando día a día para hacer las cosas bien y van pasando las cosas como Dios quiere que pasen. Hoy estamos viviendo un momento en el Perú demasiado importante para Ráfaga, un éxito rotundo donde cada lugar que visitamos la gente sabe que esta pasando con Ráfaga, donde corean ‘Una cerveza’ a rabiar. Uno no se imagina este momento, si yo lo hubiera imaginado tal vez me hubiera preparado más”, señala la voz principal del grupo argentino.
-¿Es cierto que eras tan tímido que no te gustaba cantar ante el público?
Siempre fui muy tímido, cantaba en mi casa, cantaba escondido cuando me pedían cantar, era muy dificil hacerlo. Sí, tocaba el piano y me desenvolvía mucho con él en los grupo de rock donde estuve, pero no me quedó otra que en un momento de mi vida empezar a cantar, a tal punto que el primer show que hago canto con los ojos cerrados. Creo que uno va tomando ese coraje porque Dios te eligió para eso. Con el tiempo logré superar esa timidez y hoy puedo hacer un concierto como se debe.
-Fuiste albañil y ambulante muy joven ¿Ha sido difícil la vida para ti?
Me desempeñé en otros oficios antes de cantar pero no ha sido difícil la vida para mí. Yo lo tomo todo como un aprendizaje y creo que uno tiene que pasar por esas necesidades para valorar a futuro lo que pueda a llegar a tener, sea mucho o poco. Si uno no pasa por esos momentos creo que no valora. Hay que sacrificarse en la vida para llegar a tener algo. Hoy disfruto mucho todo lo que tengo porque también sufrí en algún momento de mi vida. La vida es un camino de transición donde uno puede aprender y optar por elegir lo que quiere, hay gente que elige cosas malas o cosas buenas. Yo tuve la bendición de elegir el camino de Dios y hoy seguir mi vida con una paz profunda.
-¿Cómo hace para mantener los pies sobre la tierra?
Yo soy lo que soy y lo demuestro en mi casa y en el escenario. De qué sirve creerte algo que no eres porque si ‘sos un boludo vas a ser un boludo hoy y mañana aunque finjas no serlo’.
-¿Te convertiste al Cristianismo por las tentaciones que hay en la música?
No, me convertí a Dios porque había un vacío que tenía y no lo podía llenar con nada. La tentación no es un motivo para que uno acepte a Dios, el motivo principal es porque uno quiere estar bien, porque uno quiere llenar vacíos y quiere tener paz interior y vivir bien.