Peter Ferrari dejó de ser un espigado modelo de pasarela para convertirse en un pelador de pollos. Ese es el reto que afrontó al aceptar ser protagonista de la secuencia Vidas extremas de Fuego cruzado.
El hijo de la popular cantante criolla Lucila Campos no pudo negarse a ayudar a José, quien trabaja pelando pollos desde las 2:30 de la madrugada hasta la 1 de la tarde en el mercado Virgen del Carmen de la Avenida Perú. José pela unos mil pollos diarios, limpia sus vísceras y la sangre, y gana 30 soles diarios. El dinero lo necesita para comprarle medicinas a su hermana Verónica que padece de un tumor cerebral. El sueño de José es trabajar en una empresa grande como San Fernando, porque dice que allí pagan 40 soles a cada pelador. Pero lamentablemente es indocumentado.