La pasión de su vida es la actuación, y es por ese noble oficio que dejó su profesión de administrador de empresas. Al cabo de diez años que tomó esa decisión, Martín Martínez no se arrepiente en lo mas mínimo, al contrario, celebra cada personaje, cada reto en su carrera, que nos lo presenta en este 2024 como “Petronilo” en “Luz de Esperanza”. “Te diré que es el personaje más humano que me ha tocado representar, tiene un alma sensible, es una persona introvertida, soñadora, que ha sufrido traumas en su vida. Las únicas personas que tiene en el mundo lo tratan mal, y le obligan a hacer cosas malas, así es que él tiene una contradicción tremenda”, nos dice el actor.
Desde el inicio de la historia Petronilo se resiste a la maldad.. Claro, hay una moral desarrollada de todas maneras que hace que sienta culpa, lo hace por fuerza mayor, pero él sabe, él se siente mal.-
Los actores aportan para la construcción de sus personajes, ¿cómo lo asumiste tú?
A mí siempre me han dado personajes fuertes, personajes duros, pero tengo un alma muy lúdica, muy infantil también. Cuando me dieron Petronilo lo fui explorando, fue un regalo para poder mostrar eso que normalmente no he podido, los directores me dieron mucha confianza. Tengo la suerte de trabajar con una persona como Michelle Alexander que me dio esa confianza para jugar.
Tu historia con la actuación tiene un camino muy particular...
Mira, yo desde el colegio siempre he sido una de esas personas que le gustaba la parte artística, de actuación, música, pero claro, por insistencia de mis papás o por amor terminé estudiando otra carrera. Pero siempre que se organizaban actividades artísticas en mi trabajo yo me ofrecía de manera natural. Estuve trabajando así unos seis años.-
Trabajabas como administrador de empresas
Estuve trabajando en Fonafe, que es la entidad administradora de las empresas del Estado, y un día sentí que me iba a pasar toda mi vida sentado frente a una computadora. Por cosas del destino, por magia, no sé, me llegó un correo de talleres de teatro, yo me metí como para desestresarme y era con Javier Echevarría. Algo allí me enganchó, entonces luego de estudiar un tiempo me salió un papel en la obra de teatro “La ciudad y los perros”, terminó la temporada y no dudé, renuncié a mi trabajo, y dije: voy a ser actor.
¿Y en tu casa qué te dijeron?
Pero qué estás haciendo, cómo vas a dejar tu trabajo por la inestabilidad del actor, pero yo sentía que no podía hacer lo otro. Ahora con mi escuela sí aplico cosas de administración pero todo siempre relacionado a la actuación.-
No hay nada mejor en la vida que hacer lo que te gusta. Sí, yo creo que siempre están las dos posibilidades, la que te gusta y la que no te gusta, y en ambas cosas, es posible que te vaya bien o que te vaya mal. Mientras me hago mayor, yo me doy cuenta que la vida es tan efímera, que ya no soy el niño que tenía a sus papás, sus papás ya están mayores, entonces cada día es para aprovecharlo, si hacemos lo que nos gusta pues este breve regalo que es la vida se disfruta más
.¿Y la gente ya te reconoce en las calles como Petronilo?
Si, la verdad, donde pude sentir más eso fue cuando hicimos una visita a Mall del Sur, y los niños me decían Petronilo y me saludaban con cariño. Eso fue como un premio, como artista eso fue un regalo, la verdad que me puso contento, eso te da un aliciente para el día siguiente ponerle más ganas al trabajo.