“Hablar sobre la muerte siempre será un tabú en nuestra sociedad”, dice Oriana Cicconi, hija de la recordada actriz Claudia Dammert. La joven actriz y comunicadora, que también se especializó en tanatología (estudio de la vida que incluye a la muerte), considera que su madre siempre está presente cerca a ella a pesar de la ausencia física.
“Desde su partida empecé a investigar más sobre la vida después de la muerte, hablé con muchos maestros, con muchas personas que cuentan sus testimonios, me encontré con libros que hablan sobre esos temas. Empecé a estudiar tanatología desde España, y después de un año, me gradué online. En realidad, tuve ese sueño de hacer un unipersonal que hable de todo esto desde que recibo las señales de mi mamá, pero no tenía un sustento. Luego de graduarme, combiné la comedia con todo el proceso de duelo que viví, con lo que aprendí y con la actuación”, dice la actriz a OJO..
Es así que Cicconi creó “Vida después de la muerte (un show para morirse de risa)”, unipersonal que presenta desde este 15 en el Teatro Julieta y combina este sensible tema con su impecable sentido del humor y valiosas reflexiones. “Yo creo que el humor cura, la risa cura. Yo decidí apelar al humor porque este es un show que ayudará también a las personas que se encuentran en un proceso de duelo, para las personas que quieren saber sobre este tema, de la vida después de la muerte”, agrega.
La comunicadora y exconductora de radio, tras su especialización, puede darse el lujo de hablar con autoridad del duelo y del dolor por una pérdida. “El dolor después de la muerte va a estar ahí, es personal e inevitable. Lo que no está bien es agregarle a ese dolor sufrimiento, o sea cuando la personas piensan todo el día en los si hubiera o sienten que ha sido su culpa, o que pudo salvar a quien murió. Cargar esa mochila, ese sufrimiento, eso no está bien”.
¿Y qué hay que hacer? El duelo no se cura, el duelo se integra a la vida, el amor no es que se acabó, no, es el comienzo de un nuevo viaje, la otra persona sale de ese cuerpo y se va a seguir evolucionando, y nosotros nos quedamos aquí. La idea es que también sigamos evolucionando hacia el amor, pero si seguimos en el sufrimiento por el fallecimiento de este ser querido es una energía que al final nos traba a nosotros y también a ellos
Humor y duelo, mucha gente piensa que si te ven reír estás faltando el respeto a la memoria del que se fue.
Como no nos han enseñado sobre esto, creemos que disfrutar la vida es faltarle el respeto a la persona que se ha ido, porque la otra persona que se ha ido está en un lugar donde hay luz, donde hay amor, donde está aprendiendo. Lo que esa alma desea para los que se quedaron es que también lo disfruten, si era la pareja, que también se vuelva a enamorar, que no deje de viajar, que no deje de reír, que no deje de bailar, de soñar. Lo que tenemos que tener bien claro es que mientras más luz sintamos acá, más luz van a sentir ellos. -
Tampoco está mal recordar con una lágrima al que murió.
Obvio. Mi mamá va a cumplir siete años e igual se me salen las lágrimas porque la echo de menos, extraño llamarla, pasarla a ver, que vea a mis hijas. -
Definitivamente, en tu unipersonal, Claudia Dammert estará presente. Yo le agarro la mano siempre antes de salir, me imagino que está a mi lado y le digo, vamos juntas. Nosotras siempre soñamos con hacer una obra de teatro juntas, estaban escribiendo una para estrenarla, pero al final, yo me iba, mochileaba, volvía, y no estaba en Lima muchos meses. Pero como son las cosas, al final, la obra que quería hacer con mi mamá la presentaré ahora, es como un sueño cumplido porque estamos haciendo esto juntas, yo lo siento así.