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Un amante enceguecido por los celos y el temor de perder a la mujer de la que estaba enamorado mandó matar al mecánico ayacuchano Fredy Ramírez Najarro (32) en Lurín.
El caso ha dado un giro sorpresivo luego de que la Policía recogiera las declaraciones del empleado de la víctima, Jelsin Huanay Huamán (19), quien mandó matarlo.
Al principio se creyó que Ramírez Najarro, muerto de tres disparos en el asentamiento humano Villa Alejandro la mañana del último miércoles, había sido asesinado por un ajuste de cuentas.
Sin embargo, este jueves los agentes de la Divincri de Lurín confirmaron que el mecánico no fue muerto por un cobro de cupos, sino por celos, por una rivalidad amorosa.
“Jelsin contrató los servicios de un sicario para acabar con la vida de su jefe”, sostuvo un agente.
El pistolero identificado como Juan Carlos Turpo Cabrera (20), alias "Carlitos", fue luego aprehendido y tiene antecedentes por robo agravado.
Jelsin, el empleado que mandó matar a su jefe por el amor de la misma mujer, confesó que pagó 2 mil soles a “Carlitos” para que haga el “trabajito”. Dijo también que estaba perdidamente enamorado de Argelia Estrada Rivera (24), con quien llevaba un año de relación.
La Policía reveló que para llegar a la hipótesis del crimen pasional tuvo que rastrear los teléfonos de Jelsin, quien había realizado varias llamadas al sicario “Carlitos”.
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