Gerald Oropeza: 50 mil soles valió la cabeza de Carlos Sulca Cruz
Gerald Oropeza: 50 mil soles valió la cabeza de Carlos Sulca Cruz

Carlos Sulca Cruz (32), uno de los hombres más buscados del país por sus vínculos con el presunto narcotraficante  López, no sabía cómo enfrentar el calor sofocante de fines de marzo. Salía de su casa, se asomaba por la ventana, estaba inquieto por mantenerse fresco y sin bochorno.

En esa rutina andaba él cuando lo atrapó ayer la Policía: caminando, fuera de su vivienda de material noble en SanJuan de Lurigancho.

A las 11:30 de la mañana, Carlos Sulca fue finalmente detenido, luego de permanecer casi un año en la clandestinidad. Fue protagonista de un singular atentado que marcó la crónica policial el año pasado: fue baleado al interior del Porsche de Gerald Oropeza.

Sobrevivió y ahora, en las manos de los agentes, deberá cantar como un canario cada una de las tonadas que permitirán conocer mejor los nexos de Oropeza con las organizaciones internacionales dedicadas al tráfico ilícito de drogas.

LA CAPTURA

Sulca dijo no ser Sulca. Dijo, más bien, que era un simple vendedor. Dos rasgos únicos, sin embargo, lo delataron: su cicatriz de bala en el pómulo izquierdo y sus tatuajes.

Cuando los detectives lo vieron no dudaron de que era el famoso “Chato Catri” o “Chato Carlos”, el alias con que era conocido.

“Chato Catri” fue capturado gracias al dato de un ciudadano, quien llamó a la Policía a las 10:30 de la mañana de ayer para dar información sobre su paradero.

El ciudadano, quien se acogió al sistema de recompensas impulsado por la Policía, dijo que Sulca se encontraba en la casa de su madre, ubicada en el jirón Los Cobaltos, en la manzana C 1, lote 4, en el asentamiento humano San Hilarión.

Cuando vio a los agentes aproximarse, Sulca corrió desbocado al interior de su casa, como si hubiese visto al mismísimo diablo. Subió al segundo piso de la vivienda, donde su familia le había acondicionado un cuarto prefabricado.

Allí finalmente fue detenido. “Nos esperó con las manos arriba, sabía que no podía escapar”, detalló el comandante PNP Alberto Gonzales Baza, jefe del Escuadrón de Emergencia Este.

Sulca, según la autoridad policial, manifestó que vivía hasta hace un tiempo a salto de mata: iba y venía constantemente de Huacho. “Con poca economía no se puede hacer nada. Su hermano es taxista, se parece mucho a él, y su hermana vende comida en la esquina de su casa. No guardó pan para mayo. Él solo vivía el momento”, anotó Gonzales.

ESPOSADO

Sulca era buscado por la Policía por dos razones: ser un supuesto integrante de la organización criminal de Gerald Oropeza y estar implicado en delito de tráfico ilícito de drogas bajo la modalidad de conspiración.

Ahora, él será investigado en prisión por venta de estupefacientes y lavado de activos. Sulca, en el momento de su captura, vestía un short tipo bermuda y un polo de rayas azules.

Para despistar a los agentes policiales se había dejado el cabello largo. No contó con que la cicatriz de su rostro y sus tatuajes no harían más que confirmar su verdadera identidad.

“Al final, luego de haberlo presionado para que hable, confirmó quién realmente era”, recordó el comandante Gonzales.

En su captura participaron, además del Escuadrón de Emergencia Este, agentes de la comisaría de Santa Elizabeth y la Unidad de Inteligencia de la División Territorial.

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