Triste realidad. Desesperados porque no encuentran espacio en los cementerios para enterrar a su ser querido -que murió el sábado de un paro cardiaco-, una familia intentó sepultarlo frente a su vivienda en Chaclacayo. Los camposantos han rebalsado por las víctimas mortales de COVID-19.
Los familiares de Joel Bautista (29) realizaron todo un vía crucis en la búsqueda de cementerio para darle último adiós y se encontraron con la triste realidad de que no había espacio. Así recorrieron en el cementerio de Chaclacayo, los dos camposantos de Ate y en Chosica y la respuesta es la misma: no hay espacio.
Impotentes de no encontrar un lugar para sepultar a Joel Bautista decidieron enterrarlo frente a su vivienda, a la altura del kilómetro 21 de la Carretera Central. Ellos empezaron a excavar y ante la denuncia pública, una encargada del cementerio de Chaclacayo, se contactó con la familia para informarle de que habían encontrado un espacio. De esta forma, Joel Bautista, podría ser enterrado en dicho lugar.
Este caso nos muestra la realidad de cómo se encuentran los cementerios de la capital y también a nivel nacional. El deceso masivo de víctimas de COVID-19 tomó por sorpresa a estos camposantos.