“Caracol” lucía de tatuajes dedicados a mujeres y mesera fue su perdición
“Caracol” lucía de tatuajes dedicados a mujeres y mesera fue su perdición

, el hombre más buscado por la Policía Nacional del Perú (PNP), cambió de aspecto físico e identidad, y dijo que era hijo de un próspero empresario petrolero con ascendencia árabe, a fin de no ser reconocido por las autoridades. Sin embargo, su obsesión por una hermosa mujer venezolana lo hizo perder la “cabeza” y llevó a ser capturado en un centro comercial de Medellín, Colombia.

En diciembre último, antes de Navidad, “Caracol” escapó del Perú por la frontera con Ecuador y para ello utilizó una peluca, un terno y la identidad de un empresario algodonero.

Desde enero de este año, agentes de la Dirandro lo seguían y conformaron un grupo especial para su captura. Tenían la información que el objetivo de “Caracol” era centrar sus bases de narcotráfico en Patterson (Estados Unidos), pero no podía ir en vuelo directo porque corría mucho riesgo de ser capturado. Es así que realizó escala en otros países, donde se escondía de la Policía.

DROGA. El 23 de marzo, “Caracol” debía entregar una “paquete” (droga) a un narcotraficante en una zona residencial, pero, al darse cuenta de que era seguido por la Policía, dejó todo y escapó de Ecuador a Panamá.

“En apenas una hora fugó de ese país para refugiarse en Panamá”, informó la Policía. “Caracol” dejó todas sus pertenencias en Ecuador y llegó a Panamá por tierra, con solo una laptop. En un operativo de rutina de la Policía de ese país, fue intervenido porque no tenía documentos.

“Se asustó por lo que pasó, por eso decidió escapar a Colombia”, añadió la fuente policial. Según la Policía, “Caracol”  se hospedaba en una casa grande de una zona residencial de Panamá, donde tenía todos los lujos.

ENAMORADO. Del 3 al 5 de abril, el buscado delincuente acusado de extorsión, sicariato y narcotráfico se refugió en una exclusiva zona de Medellín, donde contrató a varios sicarios para que lo resguarden, porque ya se había dado cuenta de que la Policía estaba tras sus pasos.

“Fue a almorzar a un centro comercial y se enamoró perdidamente de una mesera”, añadió la Policía. Como ha sucedido con tantos, maleantes y no, una hermosa mujer sería su perdición y en su caso llevó a su captura.

“Caracol” cambió por amor a la venezolana, dejó de cuidarse de la Policía y empezó a salir de su escondite para ver más seguido a la chica que le había robado el “corazón”. Se presentó ante ella como el hijo de un próspero empresario petrolero con ascendencia árabe.

Ambos empezaron a frecuentarse y a salir a diferentes lugares públicos, donde “Caracol” demostraba con atenciones y gestos el amor que sentía por la joven venezolana.

Ella llegó a Colombia por la crisis económica que se vive en su país, y dejó sus estudios universitarios para buscar trabajo en la tierra del café, según la Policía.

VIERNES NEGRO. El viernes 29 de abril, agentes de inteligencia de la Dirandro ya tenían conocimiento de que “Caracol” iba a recoger a su musa a un spa para luego dirigirse a un bar, donde iba a ser capturado, pero nunca apareció.

El sábado 30 de abril, Gerson Gálvez quedó en encontrarse con su venezolana en un centro comercial de Medellín, pero la Policía llegó antes y lo capturó. Un mayor de la PNP le dijo: “¡Caracol!”, él volteó a verlo (estaba asustado) y respondió: “Eres policía de Perú”. El temible maleante había perdido por amor.