¡En mano de los extorsionadores! Estos son los métodos que usan y los distritos vulnerables
¡En mano de los extorsionadores! Estos son los métodos que usan y los distritos vulnerables

La tranquilidad de Dennis García Quiroz, dueña de la empresa de transporte de carga Jucari E. I. R. L., se vio interrumpida el pasado 29 de diciembre cuando dos sujetos ingresaron en el local, ubicado en la avenida Lima 1299, en San Martín de Porres, para darle una advertencia. 

“Vengo para la extorsión de Año Nuevo, porque la Policía también me está extorsionando”, le dijo uno de los desconocidos, quien, acto seguido, sacó cuatro balas y las puso en la palma de una de sus manos para seguir intimidándola: “vamos a meter una bomba; tengo tres carros afuera”.

Como atropellándose con sus propias palabras, el otro desconocido le dijo a García: “Acabo de salir del penal hace dos días y estoy enojado. Y queremos dos palos”. El compinche remató: “no tengas miedo, estamos para protegerte, chalequearte, pero tienes que completar dos mil soles”.PAGAR 0 NO PAGAR". Asustada, García entregó, al día siguiente, S/ 1500 a los , pero estos insistían en completar los S/ 2 mil, por lo que hostigaban a la empresaria con llamadas telefónicas.

La mujer suplicó a los  que la dejasen tranquila, pero estos no daban su brazo a torcer y hasta le pidieron que realice un préstamo bancario.

Cansada de las cobardes amenazas, el 2 de enero García denunció el hecho ante la Divincri de San Martín de Porres, que ese mismo día elaboró un operativo. Fotocopiaron los S/ 1500 e hicieron que García entregue el falso dinero a los extorsionadores. La Policía capturó a Josué Meneses Castañeda. Los otros dos integrantes de la banda, Teodoro Castro Alejandro y Robert Alva Olano, están como no habidos.

La agraviada García Quiroz contó a OJO que al menos ocho negocios alrededor del suyo también fueron o vienen sufriendo de extorsión. Este diario visitó la citada zona, pero las presuntos víctimas prefirieron no declarar.

“Hace unos meses intentaron balear aquí a un chifero porque dicen que no había pagado una cuota. Después de eso se mudó”, contó un vendedor de periódicos.

MÁS CASOS

Según la División de Investigación de Secuestros (Divinsec), decenas de casos similares al de García Quiroz se repiten a diario en Lima. Según estadística policial, durante 2016 se han registrado unas 430 denuncias de extorsiones en la capital, de las cuales, al menos, 200 de ellas tuvieron en la mira a comerciantes y pequeños empresarios especialmente de Lima norte (ver infografía). Esto se debe a que en los últimos años esta zona de la ciudad creció económicamente, lo cual es tentador para la , refiere la policía.

Para tener una idea de la magnitud de la pesadilla que acecha a diario a este sector laboral de la capital, basta señalar que las cifras del Ministerio Público revelan que las denuncias por extorsión en los últimos cinco años se han incrementando de forma alarmante.

De 2010 a 2011, el número de denuncias por este delito en Lima y Callao pasó de 164 a 184. En 2012 se registraron unos 225 casos. En 2013 llegaron a 301. Esta cifra se incrementó en 2014 a 346 y en 2015 subió a 379.

Precisamente, la denuncia de García Quiroz forma parte de las cerca de 170 que acogió el Ministerio Público en sus sedes judiciales de Lima Norte y Lima Sur, entre enero de 2016 y los primeros siete días de este año.

VÍCTIMAS

“Me vas a pagar. Conozco a tus hijos y sé dónde estudian”. Este mensaje le fue enviado a un empresario de Los Olivos en agosto de 2016, en un sobre cerrado junto con tres balas. Cada una llevaba pegado un pequeño papel con los nombres de los dos hijos del hombre de negocios.

Los rubros favoritos de los extorsionadores son, de acuerdo con las denuncias recogidas por la Policía, colegios, restaurantes, bodegas, minimarkets, venta de ropa al por mayor, mercados, emporios comerciales y empresas de transporte. Los hampones pueden pedir desde S/ 500 hasta S/ 20 mil por extorsión.

“El miedo frente a la amenaza de los nuestros es su principal modalidad y operan así para obtener ilícitamente el dinero de sus víctimas. Las cartas, los mensajes de texto y las llamadas telefónicas siguen siendo los medios favoritos para este delito”, explicó la fuente policial.

Las órdenes, los métodos y las listas de personas a extorsionar aún salen de las cárceles del país. Sin embargo, también buena parte de los extorsionadores a comerciantes y pequeños empresarios resultan ser sus propios familiares o vecinos, quienes aprovechan algún detalle de sus vidas para chantajearlos.

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