José Yactayo: Wilfredo Zamora durmió con restos del periodista y luego los regó por Lima
José Yactayo: Wilfredo Zamora durmió con restos del periodista y luego los regó por Lima

Enmarrocado y resguardado por un gran contingente policial,  (27), el universitario que confesó haber descuartizado al periodista  (56), dejó ayer minutos antes de las 11 de la mañana la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), en el Cercado de Lima, para realizar la reconstrucción de los terribles hechos.

Para la diligencia policial y trasladar al asesino se utilizó el mismo vehículo en que Wilfredo Zamora transportó los restos de su víctima antes de arrojarlos. El joven llevaba un chaleco antibalas, iba con el rostro agachado y al salir de la Dirincri expresó fríamente su arrepentimiento: “Pido que me perdonen, que me perdonen”, manifestó tras ser cuestionado por la prensa. Después partió a Breña para dar a conocer los detalles de su macabro plan.

ENCUENTRO SINIESTRO

El primer punto de la diligencia fue la cuadra uno del jirón Castrovirreyna, en Breña, donde Wilfredo Zamora señaló que conoció en persona a José Yactayo, después de tres meses de haber entablado una relación amical a través de la red social para gais Mahut. El encuentro se dio el 25 de febrero, día en que desapareció el periodista, y una tercera persona se encargó de presentarlos.

“Junto a este contacto esperé a Yactayo en esta calle, después de que nos presentó, nos dimos las manos y lo invité a subir al auto (de propiedad de su pareja y tercer implicado en el crimen, Aldo Cáceda Benvenuto) para ir a mi departamento”, contó el detenido.

Ambos se dirigieron a la habitación del estudiante de la UPC, ubicada en la calle Pedro Ruiz Nº 688, en la misma jurisdicción. En ese lugar, al que Wilfredo Zamora fue trasladado por la Policía, bebieron licor y consumieron drogas hasta altas horas de la madrugada.

Wilfredo Zamora asegura haberse quedado dormido un rato. Al despertar, con síntomas de resaca, encontró a José Yactayo muerto y aún así siguió durmiendo. Al mediodía del domingo volvió a ver la escena, entró en pánico y decidió descuartizar el cuerpo. Para esto utilizó una sierra, un martillo y un cuchillo.

De acuerdo con la declaración del universitario, antes de deshacerse del cuerpo guardó los restos de José Yactayo en su refrigeradora hasta el día siguiente, lunes 27 de febrero, es decir durmió con el cadáver cercenado del periodista.

RUTA DE TERROR

Como si lo tuviera todo calculado, la mañana de ese mismo día se dirigió primero a la provincia de Huaura, en el norte de Lima, donde arrojó el torso y sus extremidades superiores en una chacra de Andahuasi, en el distrito de Sayán.

En este sitio, un campesino encontró esos restos por la tarde, los cuales habían sido quemados. Los siguientes paraderos del asesino fueron diferentes distritos de Lima Metropolitana, según contó el estudiante durante la reconstrucción.

En el mismo auto donde trasladó a Yactayo a Breña, el joven realizó la ruta del terror, que comenzó en la cuadra 8 de la avenida Riva Agüero, en San Miguel. Un tacho de basura instalado en la vereda fue el depósito ideal que encontró para deshacerse de una parte de las piernas, las cuales, según la Policía, dividió en tres y las puso en bolsas negras.

Indiferente, continuó su camino con rumbo al Callao. En el cruce de las avenidas Morales Duárez y Faucett decidió arrojar la cabeza de la víctima al río Rímac. Después se trasladó a la cuadra seis del jirón Andahuaylas, en el Cercado de Lima, cerca del Congreso de la República, donde botó otras fracciones cercenadas en un contenedor de basura.

La diligencia culminó en el puente del Ejército, en Caquetá, ubicado también en el Cercado de Lima, donde el detenido sostuvo que tiró al río Rímac los demás restos que quedaban de ambas piernas de su víctima. “(Este recorrido) lo hice solo”, reiteró en más de una oportunidad.

Esta mañana continuará la reconstrucción a las 8:00 a.m. en Huaura, donde arrojó una maleta con el torso del periodista y le prendió fuego.

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