“La golpeé siete veces en la cabeza con el martillo, escondí el arma debajo de una tina en el baño y luego intenté limpiar toda la sangre que había en el cuarto”, narró a la Policía Néstor Yauri Inga (34), quien asesinó y metió el cuerpo de su pareja en una maleta para abandonarlo luego cerca del río Rímac, en Carapongo.
El feminicida también confesó que vio a la mamá de sus 3 hijos, Yovana Raquel Román Macote (32), con un taxista en un vehículo.
“Los vi juntos, se veían muy cariñosos, eso me enfureció. Lo dejé pasar, pero cuando llegó a la casa le dije para regresar y ella se negaba, lo que cada vez me llenaba de ira. A la mañana siguiente (jueves), esperé a que mis hijos se vayan al colegio para atacarla”, prosiguió el confeso asesino.
El comandante Martín Orbegoso, jefe de la Divincri Ate, informó que Yauri Inga cometió solo el crimen.
El homicida dobló a su pareja para meterla en una maleta y también introdujo detergente y otros productos de limpieza para hacer creer a los vecinos que estaba llevando ropa para lavar en el río.
“Vio que no había personas y dejó la maleta en el lugar. Para eso tomó una mototaxi”, reveló la Policía.
Luego, intentó buscar un edificio alto y cercano para quitarse la vida, pero no lo encontró.
“Estaba desorientado, caminaba sin rumbo y abordó el primer bus provincial que encontró, que se dirigía a Pucallpa, donde fue capturado”, añadió el jefe policial.
Agentes de la Divincri han tomado medidas de seguridad, dado el estado depresivo en el que se encuentra el autor del delito.
Al momento de su traslado, pidió disculpas a sus hijos.
“Espero que mis pequeños me perdonen, pido perdón a Dios por lo sucedido”, dijo el asesino.