Erwin Gómez Valdivia, un artista fiel a su Arequipa Querida
Erwin Gómez Valdivia, un artista fiel a su Arequipa Querida

“Cuando comienzas una pintura es algo que está fuera de ti. Al terminarla, parece que te hubieras instalado dentro de ella”, dice el reconocido Fernando Botero y para el artista plástico arequipeño Erwin Gómez Valdivia eso es lo que siente cada vez que pinta una acuarela de un hermoso paisaje de su tierra natal.

Nacido en Aplao (), el 4 de abril de 1964, desde pequeño demostró una habilidad innata para la pintura al plasmar, con lápices de colores, en cuanto papel cayera en sus pequeñas manos, la belleza natural de los paisajes que lo vieron crecer. Recorrer los campos y escalar montañas a diario, junto a sus hermanos, lo hicieron amar su tierra.

Cuando su familia se trasladó a la ciudad de Arequipa, inició sus estudios secundarios en el colegio Honorio Delgado. Su primer logro fue ganar el Concurso de Pintura para Colegios organizado por una institución financiera. “En aquella ocasión me sentía nervioso, miraba que había otros compañeros muy hábiles y con la muñeca muy suelta, pero me dije yo puedo, voy a ganar”, cuenta al recordar con alegría su triunfo.

Su formación artística fue en las aulas de la Escuela de Bellas Artes Carlos Baca Flor. En 1988, inicia sus exposiciones individuales en el ICPNA, INC y el Complejo Cultural Chávez de la Rosa de la UNSA. Fue seleccionado junto a otros artistas por la Cámara de Comercio de Arequipa para promocionar pinturas del Valle del Colca. También participó como colaborador de los artistas Teodoro Núñez Rebaza y Jimmy Martínez en el pintado de los vitrales de la fachada del Palacio de Justicia, además de participar en numerosas exposiciones colectivas internacionales.

Comprometido desde hace más de 25 años con la psicóloga Jackeline Cáceres y padre de dos jóvenes profesionales, es dueño de un temperamento audaz y arriesgado, que no solo le sirvió para llegar hasta la cima del Misti, sino también para pintar el lienzo más grande de Arequipa, que se exhibe en el Salón Consistorial de la Municipalidad Provincial y cuya temática es una síntesis de la historia de la región. Nos cuenta que está orgulloso del reconocimiento que goza su impresionante obra. Sin embargo, cuando le preguntamos al maestro Erwin Gómez Valdivia sobre cuál considera que es su mejor obra, sonríe y responde alto y claro: “¡Mi familia!”.

Ante la muerte

En el 2006, Erwin Gómez realizaba un viaje a Tacna y llevaba material artístico, cuando repentinamente el ómnibus en el que se transportaba sufrió un grave accidente en la carretera cerca de Camiara (Moquegua). La mañana siguiente, los diarios daban la noticia de un violento choque, que dejaba 27 fallecidos y algo más de 20 heridos. El artista plástico resultó con fuertes golpes, pero ileso con un bebé de meses entre sus brazos y su pecho, que logró salvar de manera providencial. Así, su madre pudo recuperarlo sano y salvo.

El grave accidente le ha dado una segunda oportunidad, que no ha desaprovechado. Ahora, sus acuarelas decoran los interiores de instituciones y hogares en distintas ciudades del país y del extranjero.

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