En una foto tomada, segundos antes del rapto, por un amigo de César, se observa a los delincuentes. (Captura: Latina)
En una foto tomada, segundos antes del rapto, por un amigo de César, se observa a los delincuentes. (Captura: Latina)

El pasado lunes 9 de diciembre, César Ríos fue secuestrado mientras practicaba esquí acuático con sus amigos en . El joven es hijo de un empresario del sector de hidrocarburos en Loreto, razón por la cual sus captores pedían S/ 1 millón por el rescate.

El secuestro duró 30 horas, y trascendió que César Ríos (padre) habría negociado el intercambio por S/ 150,000. Días después de la liberación del hijo, en medio de la selva, contó detalles sobre el cautiverio.

“Uno sabía todo de mí, sabía qué carro tenía yo, mi hermano, mi papá. A qué hora salía y entraba a entrenar...”, describió Ríos en un reportaje de Punto Final.

Ese fue uno de los 12 secuestradores que lo captaron en pleno río. Según la Policía, los llamados “Caimanes de Nanay” provienen de Pucallpa y alquilaron un deslizador para realizar la abducción.

“Me amarran y no me dejan ver. Estaba súper tenso, con las manos cruzadas. Me daban de tomar agua. Me quisieron hacer fumar, pensaban que yo fumaba”, añadió la víctima.

El agua que le daban de beber no era potable, sino del río. Además, indicó que sus captores lo abanicaban para combatir el calor y le ofrecían cigarrillos para “espantar los moscos”.

Reveló que su alimentación consistía en galletas de soda y latas de aún. Además, agregó que todos dormían juntos. El secuestrador que sabía todos los detalles sobre él dormía a su lado, custodiado por dos guardias armados.

“No pensé en mi familia o amigos, solo si me iban a dejar vivo o muerto”, comentó Ríos.