Una menor de 9 años estaba alimentando a sus perro en el techo, tuvo que trepar una precaria escalera de madera para luego estar en la azotea que es el tercer piso de su vivienda en Ayacucho, pero le esperaba un fatal destino.
La niña resbaló y algo la sostuvo, una varilla de metal. Quedó incrustada, suspendida y llamó a su hermana en medio de gritos, pero tuvieron que esperar a su madre que regrese del trabajo para recién llevarla al hospital.
Asustada, la madre de la niña pensó que iba a morir, pero la oportuna intervención del personal del SAMU y posteriormente los médicos del Hospital Regional de Ayacucho hicieron un trabajo extraordinario para retirar la varilla de la cadera de la niña.
"Actualmente come, esta sana, está caminando y las heridas no están infectadas", daba el aliviante análisis un personal del hospital.
(FOTO) Madre estuvo desesperada tras ver a su hija atravesada
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