La instalación de una mesa de trabajo para solucionar las discrepancias en torno a la venta de entradas virtuales al santuario de Machu Picchu, a cargo de la empresa privada Joinnus, se vio ayer frustrada debido a que la población se niega a levantar la huelga indefinida.
Una comitiva ministerial, conformada por Leslie Urteaga (Cultura), Albina Ruiz (Ambiente) y Juan Mathews (Mincetur) llegó ayer a la Ciudad Imperial, pero no viajó a Machu Picchu.
PAZ. Urteaga dijo que no hay condiciones para sostener un “diálogo franco y en paz” cuando los trenes no funcionan y los comercios continúan cerrados.
“No se trata de una tregua, se trata de levantar la huelga, nosotros queremos reactivar el turismo y las actividades económicas porque están afectando a un sector que no está ligado a estas protestas”, dijo.
Por la tarde, los gremios reunidos ayer anunciaron la “radicalización” de su protesta y exigieron el cese de Joinnus.