El grueso, brillante y de rápido crecimiento es un síntoma del embarazo que a muchas madres les encanta, especialmente a las primerizas. Sin embargo, esto se puede transformar eventualmente en una auténtica pesadilla luego del parto, ya que el cabello experimenta una caída excesiva y alarmante debido a diversos factores biológicos y psicológicos.

Si usted está pasando por esta situación o está próxima a dar a luz, no se preocupe porque la pérdida de cabello es totalmente normal. De hecho, afecta al 40 % de las mujeres en los meses siguientes al parto. Así pues, si no nota más cabello de lo usual en la almohada, cepillo o ducha, guarde la calma.

¿Cuáles son las causas?

Durante la etapa de gestación, los niveles de hormonas, los estrógenos concretamente, incrementan considerablemente en el cuerpo de la gestante. Con esto, se producen diversos cambios, entre ellos un cabello más fuerte, liso y con mayor volumen debido a que se ha detenido el proceso natural de caída.

No obstante, una vez que la mujer da a luz, dos o tres meses después de parto, se observa una caída masiva de todo ese pelo que no se ha perdido durante el embarazo.

Si lo normal es que se caigan de 50 a 100 cabellos al día, en esta fase se pierden muchísimos más tras el equilibrio de hormonas.

Además, otra de las causas que pueden agravar este común problema es el estrés constante, falta de sueño y una dieta cargada en sodio. Estos factores vuelven el cabello más delgado y quebradizo desde la raíz.

Recomendaciones para evitar la caída

  • Aumente el consumo de verduras, frutas, lácteos y cereales, además de alimentos ricos en vitamina B como pescado, pollo, palta y avena.
  • Descanse ocho horas como mínimo.
  • Evite las situaciones de estrés y malestar. Si es posible, dése un tiempo para usted misma a solas.
  • Use un champú suave para limpiar su cabello y lave interdiario.
  • Masajee el cuero cabelludo para estimular su circulación, de 2 a 3 minutos.
  • Evite pintar su cabello de otro color o realizarse otro tratamiento estético.

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