Como mencionamos ayer, los colores son muy importantes en nuestra vida y podemos beneficiarnos de su poder a través de la alimentación. Debemos recordar que lo que comemos nos afecta emocional, física y mentalmente. Nuestra actitud hacia los alimentos y cómo los comemos determinan en gran manera nuestra forma de relacionarnos con la vida.
ALIMENTOS VERDES. Ayudan a mantener el equilibro en nuestro cuerpo físico y sutil. Nos conectan con la naturaleza, nos ayudan a respirar mejor y nos dan el deseo de expandir el corazón, mente y espíritu. Afectan a nuestro corazón, pulmones y a la glándula del timo.
ALIMENTOS AZULES. Se relacionan con el centro de la garganta, que rige la tiroides y paratiroides, los músculos del cuello y de los hombros. Nos ayudan en la relajación y la calma, pues son tranquilizantes; también nos inducen a la autoexpresión y facilitan la respiración. Si se consumen por la noche, ayudan a dormir mejor.
ALIMENTOS VIOLETA. Calman nuestros pensamientos y ayudan a conectarnos con nuestro ser superior. Comer alimentos de este color induce a la calma y mejora nuestra intuición, la creatividad y la inspiración. Los órganos que se benefician cuando consumimos estos alimentos son el cerebro, el sistema nervioso central y la glándula pineal.
Elige alimentos completos, naturales, frescos y preparados con dedicación y gratitud poniendo atención en los colores que ingieres.
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