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El apego en los menores es contemplado como una actitud negativas por diversos padres. Sin embargo, cuando es cultiva de manera saludable puede traer grandes beneficios para la salud del menor en el resto de su vida.

Por este motivo, Beatriz Vega, especialista en Atención Integral del Programa Nacional Cuna Más, brindó detalles sobre cómo fomentar una apego positivo en los más pequeños del hogar y las ventajas que esta relación puede traer para desarrollo personal y profesional.

Interacción. Esta hace referencia a una relación afectuosa, segura y cálida, que permita que el niño se sienta contenido emocionalmente, indica la experta. Por ello, tener una madre o un familiar muy sensible y capaz de identificar sus sentimientos, gustos y necesidades, incluso cuando es bebé.

En el futuro. Este entorno le permitirá ser un adolescente seguro con sus emociones, tener una alta autoestima y conductas proactivas, porque su base será sólida.

¿Cómo debe ser el apego? El adulto que está al cuidado del niño, debe desarrollar esta relación de apego, al estar atento y ser sensible para poder identificar a través de la observación de las actitudes del menor.

Un línea muy delgada. El adulto que reconozca las emociones del niño, suele acompañar el aprendizaje y desarrollo del niño, retándolo conforme pasan diversas etapas en su vida.Esto permite que se conviertan en adultos con propósitos y profundos al evaluar metas en la vida, tanto en el aspecto personal como profesional.

¿Cuando los padres no están cerca? Se debe analizar la situación al evaluar las condiciones del hogar. Por esto, recomienda que sea un familiar quien cuide del menor y tenga comunicación asertiva en todo momento, cuando se comente la lejanía de sus padres, por motivos laborales, por ejemplo. Además, serán los progenitores los encargados de proveer tiempos de calidad junto al niño, sin descuidar el afecto y los cuidados necesario del menor. "La familia debe promover que este niño tenga un apego seguro", finaliza.

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