La es una condición genética que impide la correcta coagulación de la sangre y que afecta a más de un millón de varones en todo el mundo. Aunque, en el Perú aún no hay cifras oficiales se estima que serían 3,200 personas con esta . En el último encuentro de la Federación Mundial de Hemofilia se dio a conocer el nuevo estándar de atención para la hemofilia, el cual tiene por objetivo ofrecer una mayor eficacia y un menor riesgo de complicaciones.

De acuerdo con la Dra. Nancy Loayza, jefe del servicio de Hematología y coordinadora de Hemofilia del Hospital Nacional Dos de Mayo del Ministerio de Salud, señaló que de esta manera se dio inicio a una “nueva era”, la cual supone un antes y un después para las personas con esta condición. Asimismo recalcó que solo el 30% de la población de pacientes con hemofilia ha sido identificado y son aquellos que actualmente se encuentran recibiendo el tratamiento adecuado y oportuno.

La doctora Loayza explica que las nuevas terapias disminuyen la cantidad y frecuencia de sangrados, como las hemorragias en las articulaciones y músculos, que son las más frecuentes; reducen el riesgo de discapacidad; aumentan la calidad y expectativa de vida; y evitan el desarrollo de anticuerpos al tratamiento.

“Aún en Perú los pacientes con hemofilia clásica (tipo A) reciben terapias de reemplazo del factor coagulante, las cuales pueden generar que el cuerpo las rechace. Por este motivo, e importante poner a disposición de los pacientes con hemofilia tratamientos innovadores, que les brinden mayor eficacia y una mejor calidad de vida”, indica.

Además, la especialista señala que las nuevas terapias, que ya se encuentran disponibles en varios países de Latinoamérica como Perú, actúan sin la necesidad de reemplazar el factor coagulante. Además, comenta que están autorizadas tanto para pacientes pediátricos, como para adultos.

Señales de alerta

El síntoma principal de la hemofilia es el sangrado incesante durante un plazo amplio de tiempo, pero en los casos más leves no se advierten signos de padecer la enfermedad hasta que el paciente se somete a una cirugía o sufre un traumatismo.

En los casos más graves se puede presentar sangrado sin ninguna causa aparente y, también, hemorragias internas, especialmente en las rodillas, los tobillos y los codos. En algunas ocasiones, este sangrado puede lesionar órganos o tejidos interno