En el Perú se calcula que hay cerca de 200.000 usuarios de vapeadores, quienes los usan como una alternativa para dejar de fumar.
En el Perú se calcula que hay cerca de 200.000 usuarios de vapeadores, quienes los usan como una alternativa para dejar de fumar.

La Asociación de Vapeadores del Perú (ASOVAPE), entidad que agrupa a los usuarios de vapeadores, también conocidos como cigarrillos electrónicos, se encuentra a favor de una regulación que reconozca la utilidad de los vapeadores como dispositivos para dejar de fumar, y que a la vez los distinga de los cigarrillos tradicionales, en vista de la gran cantidad de evidencia científica que ya existe.

“Estamos dispuestos como asociación a colaborar con los legisladores no solo con la información y la evidencia científica, sino también con nuestra propia experiencia”, señala Jorge Palma, presidente de ASOVAPE.

El representante del gremio explica que los vapeadores requieren de reglas totalmente distintas a las de los cigarrillos tradicionales. Por ejemplo, recalca la importancia de que se limite el acceso de estos dispositivos a menores de edad, que se permita a los usuarios tener mayor información sobre el contenido de los productos y que se combata el mercado informal.

En ese sentido, la ASOVAPE está en contra de la iniciativa legislativa que pretende establecer para los vapeadores tasas de impuestos similares a las de los cigarrillos tradicionales, como propone un proyecto de ley en el Congreso. Este proyecto de ley busca incluir a los líquidos para vapear dentro del impuesto selectivo al consumo con tasas similares a la de los cigarrillos convencionales. “Nosotros nos hemos presentado en la Comisión de Economía para que se escuche nuestra voz y para desmentir una serie de mitos y falsedades sobre los vapeadores que no cuentan con ningún sustento científico”, informa el vocero de ASOVAPE, Sebastián Tovar.

Se calcula que en el Perú son cerca de 200.000 los usuarios de vapeadores. En el mundo son cerca de 48 millones. La principal diferencia entre el cigarrillo convencional y el vapeador es que éste último no emite humo, sino un vapor compuesto por una mezcla de agua, glicerol, saborizantes, y que puede o no tener nicotina. “Según el Colegio Médico Británico vapear es 95% menos dañino que fumar; por eso se considera una alternativa para reducir los riesgos y daños causados por el consumo del tabaco”, afirma Tovar.

Las diferencias entre el cigarrillo convencional y los vapeadores ya se han reconocido en legislaciones como las de la Unión Europea (UE) y Canadá. Y en nuestra región, Colombia y Chile ya están discutiendo proyectos de ley con un tratamiento diferenciado de los vapeadores a los cigarrillos tradicionales, reconociéndolos además como una alternativa para dejar de fumar.