Un gran número de fieles terminó entre lágrimas al ver reducida en cenizas las cruces del Santo Madero de Cerro Azul, Cañete. Luis Alberto Cárdenas Mendoza se declaró culpable del sacrilegio y confesó que lo hizo porque “un ángel se lo pidió”. El sacerdote y algunos devotos realizaron vigilia en la comisaría de Cerro Azul ante los dañados maderos. (Fuente: América TV)