Los padres estén alertas y tomen acciones también de prevención, de acuerdo a las edades de sus hijos e hijas.
Los padres estén alertas y tomen acciones también de prevención, de acuerdo a las edades de sus hijos e hijas.

Internet permite establecer una comunicación instantánea y promover el acceso a la información, pero también se ha convertido en un entorno peligroso, sobre todo para las mujeres, pues ha “facilitado” a los acosadores el camino para acechar a sus víctimas.

Según el , solo de enero a junio del presente año, atendió 767 alertas de acoso virtual, ocurridos en mayor proporción a través de Facebook, WhatsApp, Instagram y mensajes de texto.

Esta acción se manifestó en las modalidades de hostigamiento, insultos electrónicos, ciberamenaza, ciberpersecución, stalking (que implica espiar) y happy slapping, que consiste en la grabación de una agresión y su difusión en medios digitales.

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Respecto a la víctima, el MIMP señaló que 9 de cada 10 son mujeres, la mayoría de 18 a 29 años, mientras que en caso de los agresores el 42% son conocidos de las personas que acechan y actúan de forma diaria o intermitente.

Consecuencias del acoso

En un último informe, la señaló que debido a las condiciones de aislamiento, por la pandemia de coronavirus, aumentó de manera significativa la recurrencia al ámbito virtual para interactuar, estudiar o trabajar, por lo que también hay más víctimas de violencia en línea.

Sin embargo, advirtió que en el Perú no existen cifras ni datos concretos sobre los alcances de violencia, pese a los daños que produce en las víctimas, como decidir abstenerse de usar internet, autocensurarse por miedo a sufrir ataques y presentar daños psicológicos o físicos, entre otros.

“En la actualidad, el Perú no cuenta con una política pública específica y articulada que le permita combatir la violencia de género en línea (...). La falta de reconocimiento como un tipo de violencia, tal como sí se hace con la violencia física, psicológica, sexual y económico-patrimonial, es una limitante”, señala el informe defensorial.

Ante ello, recomendó promover un tratamiento uniforme y especializado para atender a las víctimas.