Fujimori apareció flaco , demacrado y mal vestido
Fujimori apareció flaco , demacrado y mal vestido

Esta vez no se le escuchó decir a viva voz '¡Soy inocente!', ni pronunció palabra alguna. El expresidente Alberto Fujimori se presentó desarreglado, despeinado, demacrado, ojeroso, canoso y sin terno al inicio del juicio oral por el caso de los llamados diarios 'chicha'.

Vestía un pantalón beige claro, un polo blanco de cuello redondo y una chompa azul oscuro. Eso sí, se le vio bastante delgado. Ingresó cabizbajo a la sala de audiencias de la Diroes y apenas saludó a sus hijos Keiko y Kenji Fujimori. Esta situación dio pie a que su abogado William Castillo advierta que el exgobernante podría desplomarse en plena diligencia, y que 'sus verdugos' lo acusen de montar un show mediático.

Ya en su asiento, Fujimori, quien purga diversas condenas en el penal de la Diroes, se colocó él mismo el tensiómetro que llevó en una cartuchera en uno de sus brazos y se midió la presión arterial. Luego sacó un cuaderno de apuntes.

Durante la breve diligencia, el exmandatario permaneció recostado sobre la mesa ante los miembros de la Cuarta Sala Penal Liquidadora de Lima, que le inició un nuevo juicio oral por el caso de los diarios 'chicha'. A los pocos minutos fue auscultado por un médico en otro ambiente.

HASTA EL 28 Luego, la sala admitió a trámite dos pedidos de Fujimori. En uno recusa a las tres juezas de la sala al considerarlas 'antifujimoristas', y en el otro pide la declinación de la misma porque en su condición de expresidente debe ser juzgado por una sala suprema.

Minutos después el juicio fue suspendido hasta el lunes 28 de octubre, porque a Fujimori le volvió a subir la presión arterial. Su abogado William Castillo advirtió que la presión alta le puede provocar un cuadro de esquimia (disminución del riego sanguíneo) y podría desplomarse en plena audiencia.

'Podría colpasar con un derrame cerebral. Imagínense lo que sería eso', dijo. Su hija Keiko Fujimori expresó: 'el estado de salud de mi padre es frágil. Ustedes lo han visto', y pidió un proceso justo y rápido. Su médico de cabecera, Alejandro Aguinaga, afirmó que 'esta imagen vale más que mil palabras'.

'Queda absolutamente claro que se va a apelar simplemente a un show mediático', dijo por su parte el procurador anticorrupción Julio Arbizu. Fujimori, tras hacer algunos apuntes, se retiró, igual, cabizbajo, rengueando y despidiendo con la mano a sus hijos y allegados presentes en el juicio.