El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, negó hoy que el uso por Rusia de la base aérea iraní de Hamadan para actuar en Siria suponga la venta o transferencia de aviones de combate a Irán.
"No hay ningún motivo para sospechar de que Rusia esté violando la resolución 2231 (del Consejo de Seguridad de la ONU). En este caso no se ha producido ni suministro, ni venta ni transferencia de aviones de combate a Irán", dijo Lavrov en rueda de prensa conjunta con su homólogo neozelandés, Murray McCulley.
El secretario de Estado de EE. UU., John Kerry, expresó ayer su "preocupación" acerca de que el despliegue de la aviación rusa en Irán podría violar la resolución de la ONU, que prohíbe el suministro, venta y transferencia de aviones de combate a Teherán.
"En este caso no hay nada de qué hablar. Si alguien quiere buscar las cosquillas en lo que pasa con las restricciones comerciales con Irán, deberíamos preguntarnos cómo una ingente cantidad de dinero en efectivo procedente de EE. UU. ha llegado a Irán si lo prohíbe expresamente la legislación estadounidense", afirmó Lavrov.
Denunció que las acusaciones vertidas por Washington "distraen del objetivo principal, que es establecer al fin una coordinación para arreglar la crisis siria".
El jefe de la diplomacia rusa dijo que Estados Unidos se ha mostrado incapaz de obligar a la oposición moderada siria a que abandone las posiciones que comparten con los yihadistas sirios.
"Lamentablemente, de hecho ellos mismos han reconocido que no lo pueden hacer", aseveró.
El portavoz adjunto del Departamento de Estado estadounidense, Mark Toner, volvió ayer a acusar a Moscú de dirigir la mayoría de sus ataques aéreos "contra fuerzas de la oposición siria", mientras dicen que sus objetivos son el Estado Islámico (EI) y el Frente Al Nusra.
Rusia comenzó ayer una campaña de bombardeos en Siria desde la base iraní de Hamadan, donde ha desplegado varios bombarderos estratégicos Tu-22M3.