Impactante: por primera vez una caza entre esos dos mamíferos.
Impactante: por primera vez una caza entre esos dos mamíferos.

Impresionante es una escena de caza, nunca antes en registro fílmico, de un que nada en las gélidas aguas del Ártico, atrapa y se come a un reno que en vano intentó huir del plantígrado.

El oso, más bien una osa polar, a nado persigue y luego devora a un reno, un indicio de que, con el deshielo, el “rey del Ártico” podría estar cambiando sus hábitos de alimentación, según indica la agencia de noticias AFP.

Ocurrió en el archipiélago noruego de Svalbard el 21 de agosto de 2020, cuando los glaciares marinos se retiraron y, con ellos, las focas de las que se alimentan los osos. Una osa joven persiguió a un reno macho en el agua glaciar, lo atrapó y lo llevó a tierra para devorarlo.

Estupefactos, integrantes del equipo de una estación científica polaca filmaron la escena, documentando por primera vez una caza entre esos dos mamíferos.

“Fue tan sorprendente que era como ver un documental”, dijo a AFP Izabela Kulaszewicz, bióloga de la Universidad de Gdansk. “Casi se podía escuchar la voz del narrador en el fondo diciendo que este evento absolutamente había que verlo porque probablemente no lo veríamos nunca más”.


Tremenda escena

La secuencia fue tan atípica que Kulaszewicz y otros dos investigadores la dieron a conocer en un artículo para una revista científica.

Según el artículo, el episodio se inscribe en una serie de observaciones que hacen pensar que el oso polar se vuelve cada vez más hacia las presas terrestres ante la dificultad de capturar focas.

En Svalbard, a 1000 kilómetros del Polo Norte, unos 300 osos coexisten con unos 20,000 renos.

Según los autores del artículo, las señales de depredación entre las dos especies animal se han multiplicado en las últimas décadas.

Los científicos encuentran dos explicaciones: el retroceso del glaciar marino que obliga a los osos a permanecer más tiempo en tierra firme y el aumento del número de renos en Svalbard luego de que su caza fuera prohibida en 1925.

Esa depredación, en apariencia nueva, no debe ser sobreinterpretada, señalan otros especialistas.

“Si los osos polares mataban a los renos en los años 1950 o 1960, habría sido difícil de observar porque había poca gente, pocos osos y pocos renos” en esa época en Svalbard, destacó Andrew Derocher, profesor de la universidad de Alberta.


Las imágenes son asombrosas: